"Los partidos políticos, agregó, como el PSOE y el PP, son fantásticas maquinarias de inmovilismo, todo lo contrario del cambio. El futuro erá más de lo mismo".

Según Escohotado, IU está también "un poco apolillada" y la única manera de regenerar el clima de anticorrupción y de impulsar una política económica diferente, sería con la creación de unas formaciones políticas nuevas al estilo de las señaladas, que fueran capaces de captar el voto popular.

La tesis del conocido sociólogo sostiene que no se puede esperar que "la actual clase política se suicide y, sin embargo, la única posibilidad que tienen las sociedades desarrolladas desalir adelante es librándose de ella, porque no es posible pagar su factura. O se frena a la clase política o se paga su factura, y, en este caso, tendremos más inflación, más deficiencias, más desigualdad entre ricos y pobres y a la larga de nuevo el fascismo en el horizonte".

El diagnóstico de la crisis del mundo occidental que sostiene Escohotado es el acta de expansión de la clase política actual a la que califica con gran dureza definiéndola como "puros parásitos de una avidez extraordinaria". Y ñade: "Se trata de mantener el 99 por ciento de las leyes suprimiendo el status de la clase política, con lo que nos ahorraríamos varios billones de pesetas al año".

Respecto a los resultados electorales afirma que han sido imprevistos, porque ha funcionado muy bien "el peligro de la derecha" que ha conseguido para el PSOE casi tanto apoyo como en 1982. Califica de "ridiculez" la campaña del PP, puesto que "se han limitado a hablar por hablar sin decir nada".