LOS ANTIINFLAMATORIOS REDUCEN A ESPERANZA DE VIDA DE LOS ENFERMOS ARTRITICOS DE 5 A 10 AÑOS
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Los efectos secundarios de los antiinflamatorios que se administran para tratar la artrósis y la artritis reumatoide reducen la esperanza de vida de las personas que sufren estas enfermedades articulares entre cinco y diez años, según afirmó hoy en Mijas (Málaga) el doctor Vicente Rodríguez Valverde, jefe de servicio de Reumatología del Hospital Valdecilla de Santander.
El daño a la mucosa gástria y a la función renal son los principales efectos adversos de los medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINEs). Entre el 30% y el 40% de los pacientes que ingresan en las urgencias de los grandes hospitales con úlceras sangrantes estaban tomando AINEs.
En el seminario sobre enfermedades reumáticas que se celebra este fin de semana en Mijas (Málaga), organizado por la Sociedad Española de Reumatología, el doctor Rodríguez Valverde explicó que los antiinflamatorios actúan inhibiendo la acción d las prostaglandinas, sustancias mediadoras y necesarias para la aparición de la inflamación en las articulaciones, pero también responsables de un efecto protector en el estómago y en el riñón y del equilibrio plaquetario en la sangre.
Para el doctor Juan Gómez-Reino, jefe del Servicio de Reumatología del Hospital Xeral de Santiago, fue escencial para el tratamiento de esta enfermedad el descubrimiento de dos enzimas responsables de la producción de prostaglandinas. "La Cox-1 protege la mucosa gástria, asegura la función renal y contribuye a la agregación plaquetaria, mientras que la Cox-2 es la responsable del dolor y la inflamación", dijo.
"Por lo tanto", añadió, "lógicamente, bloqueando la acción de la Cox-2 se elimina el efecto patológico de las prostaglandinas en la inflamación articular, y es lo que ha permitido a la industrida farmacéutica desarrollar un inhibidor de esta enzima, que se aprobará a finales de año".
DISCAPACIDAD
La artritis reumatoide se caracteriza por la inflación dl tejido de las articulaciones que produce un deterioro progresivo de éstos. Una de las consecuencias más frecuentes de esta enfermedad es la discapacidad. Según explicaron los expertos reunidos en Málaga, una de cada diez personas que la padecen pueden quedar gravemente incapacitados para trabajar, especialmente, en los dos primeros años de la enfermedad.
El dolor y la inflamación se deben a un funcionamiento anormal del sistema de defensa, que ataca al propio organismo en lugar de defenderlo de las gresiones externas. Este comportamiento es algo que sigue siendo un misterio, aunque, según el doctor Rodríguez Valverde, "es probable que no sea una enfermedad sola, sino un síndrome, y que como tal esté causado por diferentes agentes".
Los obesos tienen más riesgo de padecer artritis y de que sus síntomas se agraven, en caso de sufrirla. La grasas contribuyen al empeoramiento de la enfermedad, por lo que una dieta equilibrada y baja en calorías es un factor de prevención.
(SERVIMEDIA)
10 Abr 1999
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