Este fue un compromiso electoral de Antich que hoy, en su reunión en la sede del Ministerio de Fomento en Madrid, trasladó nuevamente a Álvarez.

El jefe del Ejecutivo balear se desplazó de Palma de Mallorca a la capital española para tratar de cerrar acuerdos en torno a los distintos convenios vinculados a obras públicas, de modo que sean los consells insulars (consejos insulares) de Mallorca, Menorca, e Ibiza y Formentera los que las gestionen directamente sin necesidad del visto bueno en cada caso por parte del Estado

Antich habló de "acuerdo global" con la ministra de Formento en torno a esta cuestión, esto es, que la "gestión directa" de todos los convenios "pase directamente a los consells insulars con la idea de eliminar supervisiones" estatales.

En declaraciones a los periodistas, Antich explicó que esto "puede dar mucha más agilidad a lo que es la ejecución de estos convenios", y expresó su deseo de que pueda ponerse en práctica durante 2009.

La fórmula no es nueva. El Gobierno balear ya ha acordado recientemente lo mismo con respecto al convenio de ferrocarriles, que permite a la Administración autonómica proyectar, adjudicar y ejecutar una obra determinada.

Preguntado por el desarrollo de convenios anteriores, que enfrenta a ambas partes en los tribunales, admitió Antich, que las posturas "están muy lejos unas de otras y en principio la idea es que cada uno siga manteniendo las acciones a través de los tribunales".

Por último, sobre el convenio de tranvías también hablaron hoy Antich y la ministra. "Nosotros tenemos una partida en los presupuestos para 2009 de 101 millones de euros y de acuerdo con las conversaciones de hoy no hay ningún problema para que este convenio se firme el año que viene", concluyó.