Producido para la cadena por El Mundo TV, el reportaje recordará, al cumplirse treinta años de las ejecuciones, quiénes eran Ramón García Sanz, José Luis Sánchez Bravo, José Humberto Baena, Juan Paredes "Txiki" y Ángel Otaegui, condenados a muerte por el régimen franquista y fusilados el 27 de septiembre de 1975.

Asimismo, analizará las condiciones en las que se celebraron los juicios en los que fueron condenados a muerte y cómo vivieron sus últimas horas.

"Los últimos fusilados de Franco" se trasladará a 1975, año en que España se encontraba inmersa en una ola de atentados terroristas y el régimen franquista empezaba a agonizar.

En un intento de demostrar su fuerza, Franco condenó a muerte a cinco jóvenes: García Sanz, Sánchez Bravo y José Humberto Baena fueron acusados de ser militantes del FRAP, el Frente Revolucionario Antifascista y Patriota, el brazo armado del Partido Comunista de España Marxista-Leninista.

Por su parte, Juan Paredes "Txiki" y Ángel Otaegui fueron condenados a la pena de muerte por pertenecer a la banda terrorista ETA.

Juan Aguirre, abogado de García Sanz, y Marc Palmés, abogado de "Txiki", recordarán ante las cámaras del programa las irregularidades del proceso. Unfraude que se extendió a la recogida de pruebas y a las declaraciones de los testigos. Ni la presión internacional, ni las gestiones de los más importantes jefes de Estado europeos, ni la petición del papa Pablo VI consiguieron que Franco concediera el indulto a los condenados.

Por primera vez, las autoridades militares han permitido el acceso a un equipo de televisión al campo de tiro de Matalasgrajas, el recinto en el que fue fusilado José Humberto Baena.

Con su familia, los reporteros revivirán las últimas horas del militante comunista. "Papá, papá, yo no lo hice y da igual lo que diga, me van a matar igual", fueron, según Flor Baena, las últimas palabras de su hermano antes de morir.

Junto a estas declaraciones, Mikel Paredes, hermano de "Txiki", recordará en una entrevista exclusiva: "Me parecía estar viviendo un sueño. No podía creer que fueran a matar a una persona y menos que esa persona fuera tu propio hermano".