El hospital Stepping Hill de Manchester (Inglaterra) inició la acción legal contra la joven porque ésta se resistía a alimentarse. Después de que el juicio le costara a sus padres uos cinco millones de pesetas, actualmente la paciente se está recuperando bien de su enfermedad en una clínica.

La joven Vicki Carter ingresó en el centro hospitalario con 31,5 kilogramos, principio de osteoporosis y fallo renal. Llegó a consumir tan sólo unas 200 calorías diarias de comida. En un principio, la joven aceptó tomar alimento vía intravenosa, pero lo desconectaba a propósito por las noches. Ante la negativa a alimentarse, el hospital decidió emprender una acción legal contra la joven, conel consentimiento de sus padres.

El juicio ganado por el hospital costará a la familia Carter unos cinco millones de pesetas, nada comparado con haber salvado la vida a su hija, según ha declarado el matrimonio Carter. Además, han animado a otros padres a ser valientes y a tomar decisiones como la suya para salvar a sus hijas o hijos afectados. Actualmente, Vicki Carter se está recuperando en una clínica y sigue un programa que la obliga a consumir unas 2.800 calorías diarias.