Desde BlackRock, la responsable de estrategia de inversión para Alemania, Austria, Suiza y Europa del Este, Ann-Katrin Petersen, destacó que ha cogido fuerza la posibilidad del primer recorte del BCE en junio, sin conocerse cuál será el ritmo de bajadas posteriores. Concluyó que los tipos de interés del área del euro probablemente se mantendrán estructuralmente más elevados que antes de la pandemia y el ciclo de recortes “no será tan profundo como los anteriores”.

Por su parte, Nomura mantiene la probabilidad de una bajada a mediados de año y más allá de junio considera que es difícil predecir porque dependerá de la persistencia de la inflación.

Para Goldman Sachs, la encargada de estrategia macroeconómica, Gurpreet Garewal, agregó que el BCE “sigue apuntando a un inicio de recorte de tipos este verano”, supeditado a que la evolución de la inflación y las condiciones del mercado laboral se ajusten a las expectativas.

El economista senior de Generali AM, Martin Wolburg, también mantuvo la previsión de un primer recorte de 25 puntos básicos en junio, y la economista para Europa de DWS, Ulrike Kastens, se alineó con esta estimación. Para Kastens, la conferencia de prensa de hoy de la presidenta del BCE, Christine Lagarde, ha confirmado que el BCE está reaccionando al entorno económico de la zona del euro, que no se ha eliminado el riesgo de inflación rígida y que seguirán siendo dependientes de los datos, sin tener una estrategia concreta de bajadas. “En consecuencia, es probable que la relajación de la política monetaria restrictiva sea un proceso lento”, dijo la economista de DWS.

En Pimco, el gestor de cartera Konstantin Veit apuntó a que una vez que bajen los tipos en junio, las siguientes bajadas serán de 25 puntos básicos. “Los precios parecen más razonables y ahora están en línea con nuestra previsión de tres recortes este año”, avanzó.

El analista de XTB, Joaquín Robles, consideró que los datos de inflación de abril y mayo, así como el crecimiento de los salarios, serán “determinantes” para que el BCE tome la decisión final y que el repunte de la inflación en Estados Unidos y la posibilidad de que se vuelva a retrasar los primeros recortes “no influirán en la decisión del BCE”.