En declaraciones a Servimedia, el también vicepresidente de la CEOE subrayó que “el Gobierno ha cumplido su guion” desplegado tras advertir a la patronal de que si no firmaba un 4% de revalorización el SMI crecería por encima de esta cantidad. Y esto, para Amor, “quiere decir que no había un criterio técnico, sino más bien un criterio político a la hora de subir el salario mínimo”.

Además, argumentó que es “malo” que suba el SMI un 5% cuando este viernes se ha confirmado que la inflación acabó diciembre en el 3,1% y la media de 2023 fue del 3,5%. De esta forma, dijo que los empresarios estaban “dispuestos” a elevar este indicador un 3% o un 4% en función de la inflación para que “los trabajadores no perdieran poder adquisitivo”.

Frente a esta postura, el presidente de ATA lamentó que en el Ministerio hayan primado los “criterios políticos por encima de los criterios técnicos”, al tiempo que denunció que no se haya atendido la petición de que los contratos públicos con empresas que se vean afectadas por el SMI reflejen las revalorizaciones de este indicador. “Desgraciadamente, pues se sigue abriendo una brecha para esos autónomos, esas empresas que trabajan con la Administración”, aseveró.

Asimismo, alertó de que el sector agrario, que junto con el régimen de hogar ha perdido más de 117.000 trabajadores en los últimos cuatro años, “será de los sectores que también se verán afectados”.

Finalmente, Amor advirtió de la situación del empleo doméstico con la subida del SMI. “Es muy llamativo que, para muchos pensionistas que tienen cuidadores, la pensión suba un 3,8% y, sin embargo, los costes de su cuidador suban un 5 %”, zanjó.