Djokovic

Amnistía pone el caso de Djokovic como ejemplo de "la vergonzosa política australiana" sobre refugiados

MADRID
SERVIMEDIA

Amnistía Internacional (AI) subrayó este martes cómo el caso de Djokovic ha puesto de relieve las “vergonzosas” políticas de Australia sobre personas refugiadas, en referencia a la sentencia sobre el recurso presentado por el tenista serbio contra la decisión del gobierno australiano de cancelar su visado.

Según Graham Thom, asesor de Amnistía Internacional Australia, Novak Djokovic “ha vislumbrado por un instante lo que las personas refugiadas llevan años experimentando debido a las vergonzosas políticas del gobierno australiano”.

Desde2012, el gobierno australiano envía en barco a solicitantes de asilo a instalaciones de Papúa Nueva Guinea y Nauru como parte de una política destinada a disuadir y castigar a quienes buscan protección en su país.

Alrededor de 40 personas continúan recluidas en los “lugares de detención alternativos” (APOD) denominados Park Hotel -hoteles y moteles que el gobierno australiano utiliza en lugar de grandes centros para alojar a migrantes detenidos- como el de Novak Djokovic.

La mayoría de las personas alojadas en estos lugares tienen reconocida la condición de refugiadas y fueron trasladadas a ellos desde centros de tramitación de Papúa Nueva Guinea y Nauru para recibir asistencia médica urgente.

No hay una justificación clara para que estas personas sigan recluidas en estos lugares; de hecho, muchas han sido liberadas también sin una explicación. Thom destacó que el sufrimiento de las “personas atrapadas indefinidamente en este sistema brutal, ya sea en los lugares de detención alternativos dentro de nuestras fronteras o en Nauru”.

“No pueden trabajar, llevar a sus hijos al colegio, practicar el deporte que les gusta, acceder a asistencia médica ni planificar su futuro”, apuntó, y que muchas sufren traumas y enfermedades a diario debido a su reclusión. “Estas personas han huido de algunos de los lugares más peligrosos del mundo y tienen derecho a la libertad, la seguridad y un futuro prometedor para ellas y sus familias”, agregó Thom.

A su juicio, “la población australiana no puede permanecer impasible mientras la clase política mira hacia otro lado ante el sufrimiento de la gente”.

Hay más opciones, indicó. Amnistía Internacional dedica esfuerzos a llevar gente a Suiza o Canadá y a apoyar su reasentamiento en Estados Unidos. Nueva Zelanda lleva cinco años ofreciéndose a acoger 150 personas refugiadas al año. Por ello, pidió al primer ministro australiano, Scott Morrison, que ponga fin a este sistema injusto, acepte el ofrecimiento de Nueva Zelanda y permita que estas personas empiecen al fin a rehacer sus vidas.

(SERVIMEDIA)
11 Ene 2022
AGQ/clc