Tras recordar que estos profesionales son perseguidos en todo el mundo por gobiernos y grupos armados, AI afirmó que "cuando los periodistas son silenciados, ellos no son las únicas víctimas de las leyes y las prácticas represivas; también lo son los ciudadanos que se ven privados de su derecho a la información".

Esta organización humanitaia destacó en un informe hecho público hoy que ha constatado decenas de casos de periodistas que han sido víctimas de la represión en Asia, Africa, América y Europa.

Entre esas víctimas, AI recordó al columnista José Luis López de Lacalle, asesinado por ETA, y a los periodistas Aurora Intxausti y Juan Palomo, que salvaron su vida tras un atentado fallido en su domicilio.

"El periodismo es una profesión, no un delito", aseguró AI, que reiteró que "los gobiernos deben asumir sus responsabilidades yproteger el derecho a la libertad de expresión".