AMNISTIA DENUNCIA QUE LAS TORTURAS SON PRACTICA HABITUAL EN LAS CARCELES Y COMISARIAS DE BRASIL
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Amnistía Internacional (AI) hizo hoy publico un informe en el que la organización humanitaria denuncia que los presos que se hacinan en cárceles y comisarias brasileñas sufren sistemáticamente torturas y vejaciones.
El informe "Aqui nadie duerme tranquil. Violaciones de derechos humanos contra presos", es el resultado de dos años de investigación de AI y retrata un sistema penitenciario en crisis.
Javier Zuñiga, portavoz de AI, señaló que "escondidos de todas las miradas, encerrados tras las paredes de una prisión o de una comisaría de policía, estos seres humanos también están ausentes de la conciencia del público, y el desdén que muchos miembros de la sociedad brasileña expresan por los delincuentes y los presuntos delicuentes sirven como justificaión para tratarlos con la más atroz brutalidad".
En Brasil hay actualmente 170.000 presos repartidos por más de 500 prisiones, miles de comisarías y cárceles municipales. Cada año se producen decenas de muertes como resultado de la violencia de la policía y de los funcionarios de prisiones, de la falta de atención médica y de la falta de previsión por parte de las autoridades de situaciones de violencia entre presos.
Según AI, la gran mayoría de estas muertes bajo custodia no se investigan ni se ocumentan. Además, en las comisarias brasileñas está muy extendida la tortura como método para extraer confesiones.
Las palizas y la intimidación también son métodos empleados en las prisiones y comisarías de policía para controlar a los detenidos, cuyo número crece sin cesar. Todas las semanas se producen motines e incidentes de violencia que indican que las autoridades están perdiendo el control de algunos centros.
Por otra parte, las celdas de muchas prisiones están extremadamente superpoblada e infestadas de plagas. Los presos no tienen espacio para hacer ejercicio o el que tienen es muy reducido. Las instalaciones sanitarias son muy deficientes y constituyen un riesgo para la salud, con retretes atascados y desagües rotos.
El informe relata que la humillación y la tortura forman parte de la vida cotidiana de estos centros, y cita como ejemplo las prácticas de la policía de Belo Horizonte, ya que asegura que obliga a los presos a apiñarse desnudos en un patio mientras registran sus celdas para luego regarles con una manguera desde el tejado.
(SERVIMEDIA)
23 Jun 1999
GJA