La crisis de los refugiados y desplazados empeoró en Africa y en especial en la región de los Grandes Lagos, con "homicidios masivos, tortura, agitación política y conflictos violentos que obligaron a centenares de miles de personas a abandonar sus hogares en busca de eguridad".

La situación en muchos países asiáticos, como Indonesia, Myanmar, Afganistán y Sri Lanka, fue la peor de los últimos veinte años, y China volvió a utilizar sistemáticamente la pena de muerte, con 3.500 ejecuciones.

Los casos más graves de la zona de influencia de Europa se refieren a Turquía, con 11 muertes bajo custodia y decenas de muertes en el Kurdistán o por asesinatos perpetrados por el PKK, pero en el Reino Unido hubo también varias muertes bajo custodia "en circunstancias poco laras".

Centenares de opositores fueron maltratados por la policía en Albania y decenas de personas fueron detenidas arbitrariamente durante semanas o meses en Bosnia-Herzegovina únicamente por su nacionalidad. AI ha denunciado decenas de casos de tortura en Rusia y Yugoslavia.

Los conflictos religiosos o étnicos fueron la causa de muerte de decenas de personas en Argelia, Egipto, Irak e Israel. Las torturas son la norma generalizada en los centros de detención de Túnez, Irán, Irak (donde centenaes de personas fueron ejecutadas) y Arabia Saudí (con otras 69 muertes por sentencia judicial).

AFRICA: CONFLICTO GENERALIZADO

La crisis de los refugiados puso a Africa en una situación límite, en especial en la región de los Grandes Lagos, con "homicidios masivos, tortura, agitación política y conflictos violentos". Este informe de AI no ha llegado a recoger los datos del resultado del conflicto en el nuevo Congo.

En Zaire, más de un millón de refugiados ruandeses y burundeses quedaron afectads por el conflicto armado entre las fuerzas de Laurent Kabila y el régimen de Mobutu Sese Seko. Según varios informes, miembros de la Alianza de Fuerzas Democráticas para la Liberación de Congo-Zaire asesinaron a millares de refugiados ruandeses y burundeses y zaireños desarmados.

En Burundi, el ejército y los grupos paramilitares mataron a decenas de miles de personas, tanto hutus como tutsis; tras el golpe de Estado de julio de 1996, murieron otras 10.000 personas y otros miles huyeron a los países ecinos. En Ruanda, el ejército mató a centenares de civiles y detuvo a casi 100.000 personas, muchas de ellas sin cargos.

Al menos 500 personas perdieron la vida en Suráfrica por los enfrentamientos políticos en KwaZulu Natal, otras 800 personas estaban condenadas a muerte en Kenia y en los conflictos civiles de Liberia, Sierra Leona, Nigeria y Sudán murieron centenares de personas. Por contra, Senegal adoptó en su legislación la prohibición de la tortura, en conformidad con las recomendaciones del Coité contra la Tortura de Naciones Unidas.

ASIA RETROCEDE

1996 fue el peor de los últimos años en Asia, ya que las "desapariciones" alcanzaron el mayor nivel desde 1992 en Sri Lanka, con 220 casos; la represión se generalizó en Indonesia, con las acciones más violentas de los últimos 20 años, y Myanmar registró la detención de 2.000 personas por pedir reformas en materia de derechos humanos.

Otros numerosos casos de abusos se registraron en India, Camboya, Pakistán, Afganistán, Malaisia, Corea dl Sur, Filipinas y Nepal. En China fueron condenadas a muerte unas 6.000 personas y 3.500 fueron ejecutadas.

Las violaciones de los derechos humanos continuaron en América: centenares de muertos en Brasil por la policía y los escuadrones de la muerte, más de 120 civiles desaparecidos en Colombia, más de un centenar de ejecuciones extrajudiciales en Guatemala, cientos de juicios irregulares en Perú, aplicación "generalizada" de la tortura en México, 45 ejecuciones y otras 3.150 personas condenadas a murte en Estados Unidos, además de unos 600 presos políticos en Cuba.

ESPAÑA

El apartado dedicado a España recoge la finalización de condena de los objetores José Antonio Escalada y Manuel Blázquez Solís; los casos de José Antonio Lasa y José Ignacio Zabala, Segundo Marey y Ramón Oñaederra; denuncias de torturas supuestamente realizadas por policías y guardias civiles, la expulsión de 103 inmigrantes de forma irregular y los asesinatos y secuestros perpetrados por ETA.

AI sólo consideró como press de conciencia en 1996 a Escalada y Solís, que fueron encarcelados por última vez en diciembre de 1995 por desertar de la guerra del Golfo Pérsico. Ambos quedaron en libertad condicional entre abril y mayo del pasado año.