En la rueda de prensa para presentar los detalles de los resultados obtenidos por el banco hasta septiembre, periodo en el que aumentó su beneficio un 25%, hasta los 7.316 millones, Álvarez fue preguntado por las medidas que la banca está negociando con el Gobierno para los hipotecados vulnerables ante la subida del euríbor y el empeoramiento de la situación económica.

Álvarez señaló que “se está buscando un planteamiento de carácter más general” en la negociación con el Ejecutivo y en ese caso, “la individualización pierde peso”. “Vamos a tratar de solucionar los problemas, tanto de las empresas en dificultades como de los clientes, y ese es nuestro espíritu”, agregó.

Continuó afirmando que, aunque pueda haber acuerdos “puntuales específicos”, “nosotros tenemos que ir a solucionar las dificultades, estén o no en el acuerdo”. Lanzó el mensaje de que la situación es “temporal” y “no estamos ni de lejos en una situación de 2008 ni de 2009”.

Pese a eso, el consejero delegado del Santander aseveró que “la inflación no suele ser tan mala como para pagar los préstamos” porque “suele ser mala al principio”, pero si no contagia a los salarios, “no es tan negativo”, y “todavía no ha habido paso a los salarios”.

Álvarez subrayó que “estamos en el mismo barco” advirtiendo que “a veces percibo” que no se piensa eso, y resaltó que “el interés de todos los bancos es que los clientes puedan pagar”.

Sobre la firma de hipotecas, Álvarez constató una “ralentización” de la demanda de nuevos préstamos por la nueva situación en el mercado con la subida de los tipos de interés, el volumen de hipotecas “está cayendo”, y aseveró no ver una “sobrevaloración” en el mercado inmobiliario español.