Además, cada vez más los pacientes presentan polisensibilizaciones, una sensibilización a varios tipos de pólenes, lo que hace que la sintomatología no se limite sólo a un corto periodo de tiempo durante la primavera y, por otro lado, la exposición a alérgenos como ácaros no es igual durante todo el año.

Otro mito que conviene desterrar, a juicio de los expertos, es el de que la alergia afecta únicamente a personas jóvenes y que, además, se cura con la edad. Actualmente, son cada vez más las personas mayores de 50 años que sufren algún tipo de alergia y que la padecen hasta el final de sus días, aunque, eso sí, no siempre con la misma intensidad.

El aumento de la prevalencia alérgica en la población se debe, según los especialistas, a la teoría de la higiene, que refleja el ambiente relativamente aséptico en que crecen los niños del mundo occidental, donde se percibe una falta de contacto con agentes infecciosos que origina una desviación de la respuesta inmunológica.

Además de a esta teoría, los especialistas culpan de la mayor aparición de alergias a factores como la contaminación ambiental, donde las partículas de los motores diesel son capaces de alterar el polen y aumentar su capacidad alérgica; a la predisposición genética y al estilo de vida.

NUEVA NOMENCLATURA

Debido a los cambios experimentados tanto en el perfil de los enfermos, como en la prevalencia de las patologías alérgicas en la actualidad, el grupo de estudios ARIA (Asma Alérgica y su Impacto sobre Asma), en colaboración con la Organización Mundial de la Salud (OMS), ha aprobado una nueva nomenclatura de la rinitis alérgica basada en la evidencia, que cataloga a la patología teniendo en cuenta dos criterios: el de su duración y el de su gravedad.

Con respecto a la duración, la rinitis pasa de ser estacional o perenne a intermitente o persistente. En cuanto a la gravedad de sus síntomas, se divide en leve y moderada.

La rinitis alérgica es una enfermedad inflamatoria común de las vías respiratorias superiores que se produce cuando el alérgeno penetra en el organismo, generalmente a través de la nariz, ojos y boca y que provoca, entre otros síntomas, estornudos, picor y congestión nasal, picor de ojos, enrojecimiento y lagrimeo. Muchos pacientes presentan, además, tos, dolor de garganta, ronquera y conjuntivitis alérgica.

Esta enfermedad se asocia también a otros trastornos como el asma, la sinusitis y la otitis media, por lo que los especialistas aconsejan acudir al médico cuando se tengan síntomas alérgicos para que diagnostique a qué se tiene alergia exactamente y para que prescriba el tratamiento adecuado.