Esta medida, acordada recientemente por los ministros europeos, fue analizada hoy en la reunión que mantuvieron en La Moncloa ambos ministros, y en la que estuvo también el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.

En la rueda de prensa conjunta posterior, Alonso anunció la inminente puesta en marcha de estos vuelos, y Sarkozy sentenció que será "una señal muy clara" a quienes se lucran introduciendo a inmigrantes ilegales en Europa.

Europa, dijo Sarkozy, debe dejar muy claro el mensaje de que está abierta a recibir inmigrantes de acuerdo a las normas establecidas, pero que no tolerará la vulneración de esas normas, y los vuelos conjuntos de repatriación "demostrarán nuestra voluntad".

Los dos ministros acordaron también solicitar una reunión a las autoridades de Marruecos para analizar la cooperación de los tres países en la lucha contra el tráfico de drogas y contra la inmigración ilegal.

Alonso sintetizó el mensaje que quieren trasladar a Marruecos: este país debe ser ayudado porque emite emigrantes y recibe otros muchos del Africa subsahariana, pero también debe colaborar con Europa en el freno a la entrada de esas personas en su territorio.

La premisa de la política europea ante la inmigración es clara, la vinculación de la integración de estas personas al mercado de trabajo.

Alonso destacó la voluntad de solidaridad con el conjunto de inmigrantes que llegan a Europa sin ese vínculo, pero sentenció que "no se pueden quedar en nuestros países".

ETA

El pilar básico de la relación bilateral en materia de seguridad ha sido siempre "y seguirá siendo" la lucha contra ETA, según destacó Alonso, y este ámbito la cooperación es "excelente". Además, ambos trabajan para "hacer más" en la pelea de las democracias contra el terrorismo internacional.

Sarkozy dejó claro que sus instrucciones a las fuerzas de seguridad galas no han sufrido "ningún cambio" y que todo su país mantiene la total determinación de ayudar a España en la lucha contra esta banda terrorista.

Pese a ser preguntado por la visión de Francia ante una posible negociación con ETA, Sarkozy eludió inmiscuirse "en problemas internos" de España y se limitó a reiterar su intención de colaborar con el Gobierno en la lucha contra el terrorismo.

Reconoció que el presidente español le habló, como ha hecho públicamente, de "nuevos acontecimientos" si ETA abandona las armas, pero que la voluntad en este momento es luchar "con todas sus fuerzas" contra la violencia.

Siguió, además, la senda marcada por el Gobierno español al explicar a los periodistas que no es su deseo entrar en un debate interno y que, además, ni siquiera "ha comenzado en España".

Los dos ministerios mantienen dos grupos conjuntos de operaciones en la lucha contra el crimen organizado, tráfico de drogas y blanqueo de capitales, un grave problema policial y social para todos los países europeos, según señalaron.

Alonso agradeció a Sarkozy la "deferencia" de visitar España para tratar todos estos asuntos y el ministro galo le devolvió después el halago celebrando que fuera el propio presidente del Gobierno el anfitrión de la reunión.

"Me ha encantado ver el clima amistoso que ha prevalecido", dijo el ministro francés, después de que Alonso juzgara "muy fructífera" la reunión.