En el acto de posesión, en el que estuvieron presente la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, y los ministros de Exteriores y Sanidad, Miguel Ángel Moratinos y Elena Salgado, destacó que a ello "nos debemos con toda la fuerza de nuestras convicciones democráticas" para la construcción de una España de futuro.

Alonso fue el penúltimo en llegar tras dejar la sede de Interior donde dió la biemvenida a Alfredo Pérez Rubalcaba, que se hacia cargo de esa cartera. El último en incorporarse al patio del Ministerio de Defensa, donde se celebraba el acto, fue el titular de Exteriores.

En el patio formaba una compañía compuesta por unarepresentación de cada uno de los tres Ejércitos, a la que Alonso pasó su primera revista junto con el todavía ministro de Defensa, José Bono, y el Jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), Félix Sanz Roldán.

Seguidamente, tomó posesión como ministro de Defensa tras las órden de Bono de "capitán mande hombros", que terminó Alonso, tras retirarse Bono de la tribuna, "capitán mande descanso".

Así finalizaron las palabras de Bono como ministro de Defensa. Posteriormente reconció que no quiso hacer ningún discurso para "evitar el protagonismo" y resaltar la figuara de Alonso, que es el nuevo ministro de Defensa.

De esta manera, Bono hizo el traspaso del funciones a Alonso, al que estuvo dando instrucciones, discretamente, sobre lo que sucedía ya que se trata de una acto militar muy marcado por el protocolo.

ESPAÑA EN BOCA DE ALONSO

Alonso dirigió su primer discurso a las Fuerzas Armadas, destacando que asume "uno de los ministerios más relevantes del Gobierno". Empezó alabando la labor que Bono ha llevado a cabo "con honor, con honestidad y con eficacia", a la que "debemos de estar agradecidos".

Apuntó que espera que digan de él, por la labor al frente de Defensa, "lo mismo" que se está diciendo del trabajo de Bono, porque "es lo mejor" que se le puede decir a un ministro.

Insistió en que su labor será continuar la tarea emprendida por su antecesor porque "queremos a España; porque queremos y servimos a los españoles".

En este sentido, Alonso anunció que va a trabajar con "toda la determinación", para continuar con el proceso de racionalización y mejora de las Fuerzas Armas y que mantendrá el fortalecimiento de las relaciones con la Unión Europea, la OTAN y Naciones Unidas.

En el acto, en el que no estaban personajes públicos como cuando tomó posesión Bono, el ya ministro de Defensa estuvoacompañado por la cúpula de su anterior ministerio (Interior): el secretario de Estado de Seguridad, Antonio Camacho; el director general de la Policía, Víctor Hidalgo, y parte de su gabinete.

Además, estuvo presente la cúpula militar, el JEMAD, el Jefe del Estado Mayor del Ejército de Tierra (JEME), el general Antonio García González; el Almirante Jefe del Estado Mayor de la Armada (AJEMA), el almirante general Sebastián Zaragoza Soto; el Jefe del Estado Mayor del Ejército del Aire (JEMA), el general del Aire Francisco José García de la Vega; y el director de la Guardia Civil, Carlos Gómez Arruche.

Estuvieron tamibién otros responsables del Ministerio de Defensa como el secretario y el subsecretario de Estado, Francisco Pardo y Justo Zambrano, y el director y la secretaria general del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), Alberto Saiz y Esperanza Casteleiro, respectivamente.

En cuanto a las autoridades políticas presentes en el acto, a parte de los tres ministros, estaban el Fiscal General del Estado, Cándido Conde-Pumpido; el delegado de Gobierno en Madrid, Constantino Méndez; el secretario de Organización del Partido Socialista, José Blanco; el secretario general del grupo parlamentario socialista, Diego López Garrido, y el arzobispo castrense, Francisco Pérez González.

Tras el simbólico traspaso de maletines entre ambos ministros, Alonso y Bono regresaron al patio del Ministerio de Defensa donde intercambiaron palabras con los periodistas allí presentes, mostrando cada uno, sus emociones y alegrias. Uno por entrar en Defensa y el otro tras abandonar el ministerio.