ALMUNIA VATICINA AL PP GRAVES PROBLEMAS SUCESORIOS, SIMILARES A LOS SUPERADOS YA POR EL PSOE
- Reconoce que las "peregrinaciones" a la cárcel de Guadalajara fueron "un borrón" en el intento de recuperar respaldo social
- Ve a Zapatero consolidado dentro del partido a pesar de algunos "problemas de ajuste" con los "barones"
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El ex secretario general del PSOE Joaquín Almunia presentó hoy públicamente sus "Memorias Políticas", en las que analiza su trayectorialos graves problemas atravesados y ya superados por su partido para sustituir el liderazgo de Felipe González. En su opinión, al PP le aguarda una situación similar debido, en gran medida, a la "torpeza" de José María Aznar "al creerse el rey del mambo".
"Los problemas de la sucesión para nosotros han sido muy complicados y creo que solo se han encauzado a partir del 35 Congreso. Yo preveo para el PP unos problemas sucesorios extraordinariamente complicados", afirmó Almunia en la rueda de prensa de pesentación de su libro.
Argumentó esta opinión en la convicción de que el PP es un partido "muy poco hecho" en su funcionamiento interno y su cohesión real. "Mucho menos hecho que el nuestro, aunque tenga mucho más dinero que el nuestro", precisó.
A su juicio, "la torpeza de Aznar al creerse el rey del mambo y decir yo no me voy a presentar pero que todo el mundo se esté quieto hasta que yo toque el silbato y se empiecen a mover los futuros candidatos revela su estado de levitación".
"Si no evitase tanto", comentó, "se daría cuenta de que ha metido a su partido en un callejón del cual es muy complicado salir. De hecho, se están saliendo algunos que no quieren morir de codazos en el hígado".
En estas "Memorias Políticas", Almunia expone a lo largo de 435 páginas su trayectoria desde sus primeros contactos con la política y el sindicalismo hasta la derrota electoral del 12 de marzo de 2000, combinando datos autobiográficos con una "interpretación personal" de esta etapa.
DIMISION NECESARA
El relato comienza por el final, cuando la victoria del PP por mayoría absoluta le lleva a dimitir como secretario general del PSOE, sin dar siquiera tiempo a sus más íntimos colaboradores para que le convenzan de otra cosa.
Almunia relata en las páginas que respiró tranquilo cuando supo que su sucesor era José Luis Rodríguez Zapatero, y reconoce, a la vista de lo sucedido, que su dimisión era una condición "necesaria, aunque no suficiente" para que el partido iniciara la imprescindible renovacón interna.
Entre las causas de la derrota, Almunia señala la escasa incidencia que tuvo entre el electorado el acuerdo suscrito con Izquierda Unida, y la "cefalea" en la que terminó el liderazgo bicéfalo junto a José Borrell.
Al exponer esta reflexión, Almunia enlazó con la situación que vive actualmente el PNV debido al reparto de papeles entre el presidente del partido y el del Gobierno autonómico. Recordó que esta bicefallia ya costó a la formación nacionalista una escisión, "y ahora le puedecostar cualquier cosa".
"A muchos nos da cierta sensación de que el País Vasco no tiene un presidente de Gobierno ni lo ha tenido, porque el ocupante de esa silla no manda, sino que es mandado", dijo.
Joaquín Almunia afirmó en este punto que el PNV "tiene que cambiar cuanto antes" y retornar a la estrategia que mantuvo hasta mitad de la década de los noventa para construir la sociedad junto al resto de demócratas "y no con los que, además de nacionalistas, son asesinos".
PASADO Y FUTURO
Enel capítulo dedicado a sus "mil días al frente del partido" recuerda la condena de José Barrionuevo y Rafael Vera por el "caso Marey", su entrada en prisión y la solidaridad generada entre numerosos militantes y que contaba "con la activa participación de Felipe González".
Ante esta situación, Almunia relata su temor a que la presencia de miembros de la dirección ante las puertas de la prisión no fuera entendida por parte del electorado, y cómo finalmente acude a la concentración que acompaña a los do condenados a Guadalajara.
Con el paso del tiempo, Almunia reconoce que aquélla imagen provocó una buena parte de la pérdida de respaldo social que registró el PSOE en aquéllos meses. "La peregrinación contínua de los socialistas ante la puerta de la prisión no ayudó en nada a acortar su estancia en la cárcel y supuso en cambio un borrón, tan involuntario como nocivo, en el proceso de recuperación de nuestro crédito ante sectores importantes de la sociedad", escribe.
En contra de lo que sucedía etonces y que culminó en el batacazo del 12 de marzo, Almunia cree que el PP comienza ya a estar "un poco pasado, con su máximo líder retirándose", mientras que el PSOE está "colocado en el futuro" con un liderazgo consolidado a pesar de algunos "problemas de ajuste" con los dirigentes territoriales.
Almunia respaldó plenamente "la acertada" estrategia de Rodríguez Zapatero, del que elogió "su inteligencia, sus profundas convicciones, y su templaza y serenidad".
(SERVIMEDIA)
21 Mar 2001
CLC