ALMUNIA OFRECE UNA ALTERNATIVA FRENTE A UN GOBIERNO QUE "ESTA EN DESCOMPOSICION" Y AL QUE LE AFLORARA "TODO LO QUE HA OCULTADO"
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El candidato socialista a La Moncloa, Joaquín Almunia, ofreció hoy una alternativa "clara y concreta" para relevar un Gobierno "que está entrando en descomposición" y al que le aflorará en las próximas semanas "todo lo que ha ido ocultando bajo la propaganda empalagos".
La dimisión del ministro Pimentel y la concentración de poder económico fueron los blancos de la ofensiva de Almunia en un mitin celebrado en un hotel de Salamanca, que se quedó pequeño con su capacidad para 600 personas. La plaza colindante sirvió de aforo para que otro millar de simpatizantes presenciara a través de una pantalla de vídeo el acto público.
El líder socialista alertó a sus potenciales votantes de que quedan pocos días para atajar "los cuatro años grises" de un Ejecutivo que sól ofrece ya "resignación y conformismo", y que "ha hincado la rodilla ante un mostruo que él mismo ha creado".
Tras advertir que el Gabinete de Aznar está "hipotecado" con intereses privados, consideró que aún "más intolerable" que eso es que un Consejo de Administración de una gran empresa "pueda tomar decisiones sobre el futuro de todos los españoles mientras el Gobierno es un puro pelele en manos de esos grupos de poder económico que él ha contribuido a crear".
Además de exigir a Aznar explicacones "públicas y detalladas" de lo sucedido en el Ministerio de Trabajo, Almunia le advirtió que no puede eludirlas con la táctica del "y tú más" porque los socialistas "no somos culpables" de sus nombramientos.
En Salamanca, donde los socialistas tratan de arrebatar uno de los tres escaños del PP, Almunia explicó a los electores el pacto con Izquierda Unida y aprovechó para lanzar un mensaje al Ejecutivo: "que no nos traiga el miedo a la campaña" porque los españoles, dijo, sólo temen a la violencia errorista y a los "amigos de Aznar en Austria".
INFRAESTRUCTURAS
El líder socialista se encargó de recordar a los asistentes que fue en esta misma ciudad, Salamanca, donde el presidente del Gobierno respondió "descompuesto y crispado" al pacto de izquierdas, que fue presentado el mismo día en el que Aznar difundía un plan de infraestructuras para los próximos años.
Frente a aquella propuesta "inconcreta" y que, a su juicio, carecía de inversión pública en beneficio de la privada, Almunia expusosu programa y se comprometió a recuperar el plan de infraestructuras truncado en 1996, del que dijo que estaba elaborado con "criterios solventes" capaces de garantizar la equidad entre todos los territorios.
En una zona especialmente castigada por la falta de infraestructuras básicas, Almunia prometió un segundo plan de carreteras que de prioridad a la vía de la plata, a la continuación de la vía del Cantábrico, a la finalización del eje mediterráneo, al desarrollo de la conexión entre Sagunto y Frania por Aragón, y a la conexión con Portugal. Almunia aseguró que su Gobierno conectará todas las capitales de provincia a la red de autovías de gran capacidad y aumentará las partidas destinadas a la conservación de las carreteras.
Además, aseguró que no construirá ninguna autopista de peaje donde no exista ya una vía gratuita de similar capacidad, y no autorizará "ni una sóla" prórroga de las concesiones de peajes. Incluso, si es posible, se mostró partidario de "dar marcha atrás en ese pelotazo".
Almunia estuvo precedido en este acto por la número dos al Congreso por Salamanca, la sindicalista de UGT María García, y por el cabeza de lista, Jesús Caldera, que criticó duramente al Gobierno y au presidente, al que tildó de "hueco, sin ideología, mezquino, sectario, turbio, que hace lo que sea por mantenerse en el poder".
(SERVIMEDIA)
21 Feb 2000
CLC