ALMUNIA: "AL GOBIERNO SE LE VE PARALIZADO SIN SABER MUY BIEN COMO ORIENTAR SU POLITICA ECONOMICA"

- "La reforma laboral que ha aprobado el Gobierno, en contra de la opinión de los sindicatos, no va a resolver nada"

- "El Partido Popular y sus núcleos de apoyo cada vez manifiestan actitudes más intolerantes hacia quienes no pensamos como ellos"

- "El modo en que Aznar ha planteado su futuro y el de su partido va a generar problemas internos en el PP y ya se empieza a apreciar un nerviosismo creciente"

-P. ¿España va tan bien ahora como decía el PP en la pasada legislatura?

-R. Yo creo que enonces iba menos bien de lo que se decía y ahora creo que la opinión mayoritaria es que cada vez van apareciendo más problemas y se percibe una menor capacidad y un menor coraje por parte del Gobierno para hacerles frente. Los problemas se van acumulando. Hay algunos gravísimos como el del País Vasco, hay otros nuevos a los que no se da respuesta, como la inmigración, se ha extendido la sensación de que la economía ya no va tan bien y al Gobierno se le ve agarrotado, paralizado, sin saber muy bien como orietar su política económica.

-P. ¿En qué medida es responsable el Gobierno de la desaceleracion económica?

-R. Igual que el crecimiento económico de los últimos seis años no era básicamente imputable a los méritos del Gobierno del señor Aznar, sería injusto decir ahora que Aznar tiene laculpa de que el crecimiento sea menor que antes, de que el ritmo de creación de empleo se haya ralentizado, de que la inversión haya caído, de que los tipos de interés se hayan elevado. En lo bueno y en lo malo, con una economía como la española que está abierta al exterior y en un mundo cada vez más interconectado en sus movimientos económicos, es muy difícil que un país puede hacer frente por sí sólo a una mala situación económica o que pueda evitar caer en ella.

-P. ¿Los sindicatos tendrían que ser más reivindicativos con un Gobierno de la derecha?

-R. Yo creo que los sindicatos tienen que ser autónomos y responsables para cumplir su función, que es defender los intereses de los trabajadores. Yo no creo que desde un partido político dterminado, sea el Partido socialista o cualquier otro, se tenga que estar todo el día diciendo lo que los sindicatos deben hacer o dejar de hacer, igual que estoy convencido desde hace muchos años de que los sindicatos deben expresar sus posiciones y plantear sus reivindicaciones o llegar a acuerdos en las negociaciones que ellos protagonizan sin necesidad de tener que exigir a los partidos políticos que continuamente respalden sus posiciones.

-P. ¿Y el empeoramiento en general de la situación que ha descrito antes, hace necesaria una oposición más dura?

-R. Yo no soy partidario de estar continuamente calificando las posiciones políticas, prefiero definir qué posición política tiene cada uno. Es decir, cuál es la política que se defiende por parte de unos y de otros enrelación a la inflación, cómo conseguir que el cremiento de los precios en España no sea superior al que se está registrando en el resto de los países del euro, qué política de competencia hay que hacer, porqué hay que reforzar el Tribunal de Defensa de la Competencia, porqué y cómo hay que evitar la oligopolización en el sector de la energía o en el del gas o en las telecomunicaciones, cuáles son las carencias y cuáles son las alternativas. Creo que ese es el debate político útil. El estar continuamente clificando si uno es más blando o más duro, sinceramente me parece muy accesorio.

-P. ¿Usted echa en falta debates en televisión, y en concreto sobre cuestiones como las citadas?

-R. Salvo para aquellos que confunden Gran Hermano o Tómbola con el debate, es evidente que de la televisión de amplia audiencia, de la televisión pública o de la televisión privada convencional, ha desaparecido el debate. La política queda reducida en un 99% a los informativos y la mayoría de éstos nostrasladan información manipulada, cosa que no sucede en las radios o en los periódicos, donde hay pluralidad, presencia de las diferentes opciones políticas, donde hay contraste de opiniones, donde hay artículos, declaraciones... Desgraciadamente en las televisiones de amplia audiencia sólo hay política en los informativos y en un buen porcentaje están manipulados.

-P. ¿Cree exagerado decir que la democracia española no estará completa mientras no se solucione este aspecto?

-R. Yo creo que la demcracia nunca está completa ni en España ni fuera de España. La democracia es un sistema que continuamente busca su propio perfeccionamiento, esa es una de sus inmensas ventajas. Por lo tanto, la democracia española tiene imperfecciones que no tiene la democracia francesa, pero la francesa o la italiana o la alemana tienen imperfecciones que nosotros, a pesar de llevar menos años disfrutando de libertades y de democracia, ya hemos superado.

-P. Usted relata en su libro los problemas que han tenido que afrontar los socialistas para resolver la manera de sustituir el liderazgo de Felipe González ¿Cómo ve la sucesión en el PP?

-R. Sinceramente, creo que el modo en que Aznar ha planteado su futro y el de su partido, anunciando con cuatro años de antelación que no va a volver a ser candidato, va a generar problemas internos en el PP, porque ya se empieza a apreciar en muchos de sus dirigentes un nerviosismo creciente y un comportamiento a la hora de tomar decisiones, a la hora de actuar en política, muy condicionado ya por esa sucesión que tendrán que enfrentar dentro de menos de tres años.

-P. ¿El PP va claramente a una bicefalia con Aznar de presidente del Partido y un candidato nuevo a la Presidencia del Gobierno?

-R. No necesariamente. Póngase usted en la hipótesis de ue el PP pierde las siguientes elecciones, y no hay tal bicefalia. ¡A lo mejor ese es el escenario que contempla Aznar!

MADRID
SERVIMEDIA

El ex secretario general del PSOE Joaquín Almunia asegura en una entrevista concedida a Servimedia que al Gobierno se le ve "agarrotado, paralizado, sin saber muy bien cómo orientar su política económica".

Almunia critica que de las televisiones de amplia audiencia ha desaparecido el debate, por lo que "la política queda reducida en un 99% a los informativos y en un buen porcentaje están manipulados".

-P. ¿España va tan bien ahora como decía el PP en la pasada legislatura?

-R. Yo creo que enonces iba menos bien de lo que se decía y ahora creo que la opinión mayoritaria es que cada vez van apareciendo más problemas y se percibe una menor capacidad y un menor coraje por parte del Gobierno para hacerles frente. Los problemas se van acumulando. Hay algunos gravísimos como el del País Vasco, hay otros nuevos a los que no se da respuesta, como la inmigración, se ha extendido la sensación de que la economía ya no va tan bien y al Gobierno se le ve agarrotado, paralizado, sin saber muy bien como orietar su política económica.

Hay una sensación de que la tentación autoritaria, el estilo mandón, predomina en un Gobierno que dijo que ésta iba a ser la legislatura del diálogo. En fin, que creo que las cañas se tornan lanzas para el PP.

-P. ¿En qué medida es responsable el Gobierno de la desaceleracion económica?

-R. Igual que el crecimiento económico de los últimos seis años no era básicamente imputable a los méritos del Gobierno del señor Aznar, sería injusto decir ahora que Aznar tiene laculpa de que el crecimiento sea menor que antes, de que el ritmo de creación de empleo se haya ralentizado, de que la inversión haya caído, de que los tipos de interés se hayan elevado. En lo bueno y en lo malo, con una economía como la española que está abierta al exterior y en un mundo cada vez más interconectado en sus movimientos económicos, es muy difícil que un país puede hacer frente por sí sólo a una mala situación económica o que pueda evitar caer en ella.

Pero una parte de la política económca sigue dependiendo de este Gobierno y una parte de los resultados de la economía dependen de la política económica. Por ejemplo, a nadie le cabe la menor duda de que el hecho de que suframos una inflación descontrolada es culpa de este Gobierno, y que la falta de competencia, que lleva a que tengamos que sufrir abusos en toda una serie de sectores oligarquizados, depende de la laxitud con la que el Gobierno trata a esos poderes económicos.

La situación del sector eléctrico es muy complicada por culp del Gobierno; la falta de competencia real en muchos servicios de telecomunicación es imputable a la falta de voluntad del Gobierno de que exista esa competencia. Y así podríamos seguir...

LOS SINDICATOS

P. ¿Y ante esta situación, cómo ve la actuación de los sindicatos?

R. Con ocasión del último acuerdo de pensiones se ha quebrado la unidad de acción sindical. Durante bastantes años, a lo largo de toda la década de los noventa, los sindicatos han actuado unidos, han ido manteniendo posiciones omunes, han pactado o han presionado en común. Ahora en este acuerdo de pensiones se han dividido, CCOO lo ha firmado y la UGT lo ha criticado. Yo no me alegro de la desunión sindical y celebro cada vez que los sindicatos demuestran su capacidad negociadora.

Pero yendo al fondo del asunto, a mí me parece que la reforma laboral que ha aprobado el Gobierno, en contra de la opinión de los sindicatos, no va a resolver nada, no va a impedir que siga existiendo una enorme precariedad en nuestro mercado de tabajo, un exceso de temporalidad, que se sigan deteriorando las condiciones de trabajo de millones de trabajadores, en especial de los jóvenes y de las mujeres. Y en lo que se refiere a las pensiones, a la Seguridada Social y al sistema de pensiones, creo que el acuerdo que ha firmado el Gobierno con la CEOE y con CCOO no aborda los problemas de fondo del sistema de pensiones.

No me parece mal lo que han acordado, me parece bien que se mejoren las pensiones de viudedad o que se facilite en determinado supuestos que los trabajadores desempleados puedan tener una pensión de jubilación anticipada, pero me preocupa el que los que han firmado el acuerdo no se hayan planteado la necesidad de abordar a fondo los problemas de futuro de nuestra Seguridad Social: problemas ligados al envejecimiento de la población, a la necesidad de constituir un ahorro que pueda permitirnos en el futuro afrontar en mejores condiciones las consecuencias de ese envejecimiento sobre el sistema de pensiones. Porque si no se abordanahora esos problemas, se tendrán que abordar en el futuro en peores condiciones y en un contexto en el cual las tentaciones privatizadoras de una parte de nuestro sistema de pensiones podrían tener más argumentos que ahora.

-P. ¿Los sindicatos tendrían que ser más reivindicativos con un Gobierno de la derecha?

-R. Yo creo que los sindicatos tienen que ser autónomos y responsables para cumplir su función, que es defender los intereses de los trabajadores. Yo no creo que desde un partido político dterminado, sea el Partido socialista o cualquier otro, se tenga que estar todo el día diciendo lo que los sindicatos deben hacer o dejar de hacer, igual que estoy convencido desde hace muchos años de que los sindicatos deben expresar sus posiciones y plantear sus reivindicaciones o llegar a acuerdos en las negociaciones que ellos protagonizan sin necesidad de tener que exigir a los partidos políticos que continuamente respalden sus posiciones.

Yo creo que el logro de la autonomía sindical respecto a ls partidos y la autonomía de los partidos respecto a los sindicatos se alcanzó hace ya años y que todos debemos estar muy satisfechos de mantener nuestra esfera de autonomía, lo cual no sólo no impide sino que yo creo que facilita el diálogo real entre partidos y sindicatos. De hecho, desde que el Partido Socialista y la UGT, en nuestro caso, son autónomos, o desde que CCOO alcanzó plenamente su autonomía respecto del antiguo Partido Comunista, las relaciones entre el Partido Socialista y los sindicatos ha mejorado, se desarrolllan en un clima de mayor normalidad.

El Gobierno del PP, que tiene mucha menor experiencia sindical que muchos de nosotros, debiera dejar de intentar meter cizaña en las relaciones entre los sindicatos y los partidos políticos. Esas acusaciones estúpidas, absolutamente infundadas de Rato de que si el Partido Socialista trata de interferir en la decisiones de UGT o de que si UGT hace caso o dejar de hacer caso al Partido Socialista, me parecen absolutamente fuera de lugar, desproistas de fundamento, y muestra de la frivolidad con la que el Gobierno suele encarar problemas muy serios, como es en este caso el de las relaciones laborales en España.

-P. ¿Y el empeoramiento en general de la situación que ha descrito antes, hace necesaria una oposición más dura?

-R. Yo no soy partidario de estar continuamente calificando las posiciones políticas, prefiero definir qué posición política tiene cada uno. Es decir, cuál es la política que se defiende por parte de unos y de otros enrelación a la inflación, cómo conseguir que el cremiento de los precios en España no sea superior al que se está registrando en el resto de los países del euro, qué política de competencia hay que hacer, porqué hay que reforzar el Tribunal de Defensa de la Competencia, porqué y cómo hay que evitar la oligopolización en el sector de la energía o en el del gas o en las telecomunicaciones, cuáles son las carencias y cuáles son las alternativas. Creo que ese es el debate político útil. El estar continuamente clificando si uno es más blando o más duro, sinceramente me parece muy accesorio.

FALTA DE DEBATES

-P. ¿Usted echa en falta debates en televisión, y en concreto sobre cuestiones como las citadas?

-R. Salvo para aquellos que confunden Gran Hermano o Tómbola con el debate, es evidente que de la televisión de amplia audiencia, de la televisión pública o de la televisión privada convencional, ha desaparecido el debate. La política queda reducida en un 99% a los informativos y la mayoría de éstos nostrasladan información manipulada, cosa que no sucede en las radios o en los periódicos, donde hay pluralidad, presencia de las diferentes opciones políticas, donde hay contraste de opiniones, donde hay artículos, declaraciones... Desgraciadamente en las televisiones de amplia audiencia sólo hay política en los informativos y en un buen porcentaje están manipulados.

-P. ¿Cree exagerado decir que la democracia española no estará completa mientras no se solucione este aspecto?

-R. Yo creo que la demcracia nunca está completa ni en España ni fuera de España. La democracia es un sistema que continuamente busca su propio perfeccionamiento, esa es una de sus inmensas ventajas. Por lo tanto, la democracia española tiene imperfecciones que no tiene la democracia francesa, pero la francesa o la italiana o la alemana tienen imperfecciones que nosotros, a pesar de llevar menos años disfrutando de libertades y de democracia, ya hemos superado.

¿Qué creo que nos pasa a nosotros? Cuando comparo los temas qu conforman nuestra actualidad con los temas que conforman la actualidad alemana, inglesa, francesa o italiana, tengo la sensación de que aquí vivimos excesivamente encerrados en nosotros mismos, mirándonos al ombligo, hablando de cosas que sólo nos interesan a nosotros y probablemente a una parte muy minoritaria de los españoles.

Es verdad que en la información política nacional el tema vasco, desgraciadamente con argumentos poderosos, ocupa buena parte del espacio. Pero más allá del tema vasco, que s genera debate, hay otros muchos asuntos donde en España es practicamente imposible articular un debate público, conocer la opiniones fundadas de unos y de otros, desde la posición de España ante el debate que se acaba de abrir en la UE para la conferencia intergubernamental del 2004 ( la democratización de sus instituciones, el reparto de competencias, los problemas ligados a la ampliación de nuevos miembros) hasta las reformas educativas, que requerirían un gran debate nacional, como lo requerirían el Pln Hidrológico Nacional o la situación de la Sanidad, yendo más al fondo que lo que pueden sugerir las frivolidades de la señora Villalobos.

Echo en falta en el Parlamento, en los medios de comunicación, en tribunas públicas, en la esfera pública en general, espacios de debate sereno, sosegado, con argumentos, tratando de huir de las descalificaciones. A la derecha, al Partido Popular y a sus núcleos de apoyo, les veo cada vez más tentados de intentar imponernos su propio pensamiento, su pensamiento únco, cada vez manifiestan actitudes más intolerantes hacia quienes no pensamos como ellos, cada vez muestran menos cintura política para entrar a contrarrestar los argumentos de quienes disentimos de sus posiciones y planteamos otras alternativas.

-P. Usted relata en su libro los problemas que han tenido que afrontar los socialistas para resolver la manera de sustituir el liderazgo de Felipe González ¿Cómo ve la sucesión en el PP?

-R. Sinceramente, creo que el modo en que Aznar ha planteado su futro y el de su partido, anunciando con cuatro años de antelación que no va a volver a ser candidato, va a generar problemas internos en el PP, porque ya se empieza a apreciar en muchos de sus dirigentes un nerviosismo creciente y un comportamiento a la hora de tomar decisiones, a la hora de actuar en política, muy condicionado ya por esa sucesión que tendrán que enfrentar dentro de menos de tres años.

Me hizo mucha gracia leer una columna de Javier Tusell en 'El País' hablando de esos problemas sucesoros, uno de cuyos párrafos acababa 'Aznar debiera de leer a Almunia'. ¡Nunca se sabe! A lo mejor resulta que la lectura de las reflexiones que yo hago en mis "Memorias Políticas" sobre los problemas que tuvimos para la sucesión de Felipe González sirven a la gente del PP para que la sucesión de Aznar sea más suave.

-P. ¿El PP va claramente a una bicefalia con Aznar de presidente del Partido y un candidato nuevo a la Presidencia del Gobierno?

-R. No necesariamente. Póngase usted en la hipótesis de ue el PP pierde las siguientes elecciones, y no hay tal bicefalia. ¡A lo mejor ese es el escenario que contempla Aznar!

(SERVIMEDIA)
01 Mayo 2001
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