Así lo aseguró en la rueda de presa posterior a la Junta de Gobierno, donde incidió en que el presidente del Gobierno “quiere liquidar los contrapesos que existen en nuestra democracia para el control del Poder Ejecutivo”.

Por tanto, insistió en que “el objetivo final” de Sánchez es “liquidar la independencia del Poder Judicial”. Almeida añadió que a eso obedece el nombramiento de un “comisario político como Félix Bolaños” al frente del Ministerio de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes.

El alcalde apuntó que “en Bolaños se da la circunstancia de que es el Poder Ejecutivo el que controla el Poder Legislativo, porque el Poder Legislativo, y singularmente Francina Armengol, es una mera correa de transmisión de lo que se le ordena desde Moncloa y al mismo tiempo ahora también el Poder Judicial”.

NUEVO GOBIERNO

Preguntado por qué le parece el nuevo Ejecutivo conformado por Sánchez, el alcalde respondió que lo recibe con “auténtico asombro”, porque “sabía que habíamos tenido el Gobierno más caro e ineficiente”, pero “no sabía que volvía a ser el más caro e ineficiente de la historia”. Por ello, añadió, “creo que un mínimo de vergüenza hubiese aconsejado a Sánchez haber reducido este Gobierno”.

Almeida consideró que los españoles, “en la situación en la que estamos, no tenemos por qué sufragar los caprichos de Sánchez” y, por tanto, “la corte que se ha organizado en torno a él dentro del Consejo de Ministros”.

El alcalde incidió en que los pactos del PSOE con Sumar “no justifican” ministerios que son “estrambóticos e innecesarios desde el punto de vista del coste político y de la estructura administrativa que van a suponer”.

Por ello, lamentó la “falta de sensibilidad” del presidente del Gobierno que, “por conocida y reiterada, no deja de sorprender”. Recalcó que “hubiera sido un gesto hacia todas las personas que lo están pasando mal que hubiese tenido la vergüenza, la dignidad o la decencia de haber reducido las estructuras ministeriales”.

Para finalizar, el regidor madrileño recordó que Sánchez dijo en su discurso de investidura, “y por una vez no nos ha mentido”, que su Gobierno iba a ser “un muro” contra media España y constató que “así está siendo”. Se refería a las frases del candidato cuando afirmó que sus políticas han sido "un muro eficaz contra las políticas de la ultraderecha" y que a ese movimiento hay que frenarlo "erigiendo un muro de democracia, convivencia y tolerancia".

“Está dispuesto a apartar y orillar a la media España que no le vota. No a la media España a la que él llama fascista, homófoba y racista, sino a la media España que no ha votado ni a Pedro Sánchez ni a ninguno de los partidos que conforman su Gobierno”, concluyó Almeida.