Así lo indicó en una entrevista en Servimedia donde destacó que hay 120.000 viviendas que se van a poder empezar a construir en los próximos años en los Desarrollo del Sureste o porque han dado un derecho de superficie de 25 parcelas del Ayuntamiento de Madrid que van a permitir construir “de forma inmediata” 2.200 viviendas en régimen de alquiler con un precio limitado dirigidas específicamente a los jóvenes de la capital.

Además, aseguró que van a seguir desbloqueando desarrollos urbanísticos, “como el de la Operación Campamento” y que Madrid Nuevo Norte, solo en la primera fase, tiene 2.600 viviendas, de las cuales 1.600 tienen algún tipo de protección que le corresponde al Ayuntamiento de Madrid.

Por tanto, “nosotros hemos actuado desde el punto de vista de la oferta, desde el punto de vista del marco normativo, para agilizar todos los procedimientos urbanísticos que permitan hacer más rápida la concesión de las licencias y, por tanto, la construcción de las viviendas”, celebró Almeida.

VIVIENDAS DE LA SAREB

Sobre el anuncio de las viviendas de la Sareb que se pondrán a disposición de los ciudadanos, el regidor madrileño consideró que es una “tomadura de pelo” del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, “en su mejor estilo”.

En primer lugar, “por la falta de respeto institucional al anunciar una medida como presidente del Gobierno en un mitin del Partido Socialista”, y aunque “nos hemos acostumbrado que puede hacer cualquier cosa y puede traspasar cualquier límite, lo lógico es que las decisiones de Gobierno no se anuncien en mítines del Partido Socialista”.

Almeida explicó que el tema de las viviendas de la Sareb es una “tomadura de pelo” porque “Nadia Calviño hablaba de 10.000” y no de 50.000 como anunció el presidente del Gobierno.

En segundo lugar, porque “el grueso de esas viviendas no está en los grandes núcleos urbanos” como Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla o Zaragoza, que “son las ciudades donde tenemos un problema de vivienda asequible”, sino que las miles de viviendas anunciadas por Pedro Sánchez se localizan fundamentalmente en “entornos completamente distintos de los grandes núcleos urbanos que tenemos en España”.

Por tanto, “es una tomadura de pelo de Pedro Sánchez a 40 días de las elecciones, tratando de sacar algún tipo de artificio que le permita salvar el resultado electoral”, pero “jugando con una cuestión que es fundamental para la mejor calidad de vida de las personas, que es precisamente el derecho a la vivienda”, concluyó Almeida.