Estas imitaciones son muy abundantes (por ejemplo, de equipos de sonido, licores, películas infantiles) y normalmente las marcas interesadas deben ibrar una larga batalla legal para hacer valer sus derechos, como ha sucedido con la marca Rives, que ha tenido que esperar 10 años para que los tribunales, incluido el Tribunal Supremo, condenen por plagio a una empresa imitadora de sus licores, la firma Dama de Baza.

Según la secretaria general de ANDEMA, Soledad Rodríguez Antón, "el 63 por ciento de los productos que tienen éxito en el mercado son víctimas de imitaciones en menos de un año". El imitador consigue cuotas de mercado muy rápidas valiénose del prestigio ajeno.

ANDEMA recomienda a los consumidores que tengan cuidado en las fechas navideñas, ya que en esta época se realizan más compras en menos tiempo. Según la asociación, al menos un 65 por ciento de los consumidores toman su decisión de compra en menos de 10 segundos.

Según ANDEMA, el comprador percibe antes los colores y las formas, y mucho después el nombre de la marca. La calidad del producto imitador es siempre inferior a la del producto original, por lo que las imitacionesno sólo son "un daño al prestigio ajeno, sino también un daño al consumidor".