La doctora Daroca presentó un estudio sobre la relación entre ambas alergias durante el XXIII Congreso de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clnica (SEAIC), que concluyó ayer en Madrid.

El trabajo señala que los ácaros del polvo doméstico y los crustáceos tienen una relación filogenética muy clara, ya que ambos son artrópodos. Todos ellos tienen una proteína en el músculo, la tropomiosina, que conserva un alto grado de similitud entre distintas especies.

La tropomiosina es el responsable de que alergenos inhalados, como el polvo doméstico, y ciertos alimentos animales provoquen la misma reacción alérgica ("reactividad cruzada"). Las peronas alérgicas que se exponen a un alergeno desarrollan anticuerpos IgE, que causan la reacción alérgica.

En el caso del polvo, "estos anticuerpos, formados en principio para responder a los ácaros, reconocerían también la tropomiosina de la gamba, facilitando la respuesta alérgica a la misma, sobre todo si se da también un alto grado de exposición", explicó esta experta.

En un estudio con asmáticos del Hospital 12 de Octubre se comprobó que el 92% de los enfermos sensibilizados a gamba lo estaba también a ácaros, frente al 36% del resto. Estos resultados se confirmaron posteriormente con análisis inmunológicos.

REACCIONES CRUZADAS

Cada vez se descubren más reacciones cruzadas entre alimentos y alergenos, según la doctora Montserrat Fernández Rivas, del Servicio de Alergología de la Fundación Hospital de Alcorcón, en Madrid. Por ejemplo, el 70% de los alérgicos al polen de abedul lo son también a manzanas y avellanas, porque presentan alergenos similares. Lo mismo ocurre con otros pólenes, ue comparten componentes (proteínas y glucoproteínas) con frutas, hortalizas y frutos secos.

Los alimentos que más reacciones producen son la leche y el huevo, sobre todo en los niños, aunque este problema tiende a desaparecer con la edad. Aunque los síntomas alérgicos suelen aparecer entre una y dos horas después de haber consumido el alimento, una gran parte de las alergias solía pasar inadvertida cuando los síntomas no son graves, reconoció la doctora Fernández Rivas.

Esta especialista pide qu antes de introducir un nuevo alimento en nuestro país, como las frutas exóticas, haya evaluaciones de riesgo alérgico. "No se hizo con el kiwi y ahora hay muchas personas alérgicas a él que no lo saben", explicó.

ANISAKIS

Los alergólogos reunidos en el Congreso de la SEAIC han advertido de los riesgos de ingerir pescado crudo, como los boquerones, ya que pueden contener anisakis, uno de los alergenos responsables de reacción alérgica grave que más recientemente han sido descritos. Se trata de gusans macroscópicos que pueden parasitar los intestinos de una gran mayoría de los pescados de mar.

Aunque ya se habían conocido algunos casos de reacción alérgica a Anisakis en Japón (primer país consumidor del mundo de pescado, seguido por España), el primer caso del mundo en que fue confirmado el diagnóstico mediante pruebas cutáneas con extracto del parásito y determinación de IgE específica fue en 1994, en el Servicio de Alergología del Hospital Santiago Apóstol de Vitoria.

La experiencia acumulda ha permitido demostrar que no es necesario prohibir el pescado de mar a la mayoría de los pacientes. Basta con que eviten comer las zonas próximas al intestino, que es donde parásita el animal.