Así lo anunció este viernes la organización en un comunicado en el que agregó que la iniciativa también persigue “prevenir” la separación familiar durante los desplazamientos y proveer de refugio, alimentos, productos de higiene y apoyo psicológico a las familias y a los niños que lo necesiten.

Sus esfuerzos se “focalizarán”, asimismo, en atender a los niños no acompañados garantizándoles un entorno “seguro y protector” y ayudándoles a identificar a sus familias para lograr su reunificación. “En estos momentos, nuestra prioridad es asegurar la protección y la seguridad de todos los niños, así como de sus familias”, aseguraron al respecto fuentes de la organización.

El grupo de atención “prioritario” serán las familias de acogida que están bajo la supervisión de la organización, un total de 177 personas entre niños y cuidadores y Aldeas está identificando entornos “seguros y protectores” en los que alojar a estos menores y a sus familias y está haciendo acopio de productos de primera necesidad, como medicinas, alimentos, agua y artículos de higiene.

Para aquellas familias que han decidido quedarse en sus hogares, la entidad también ha puesto en marcha un plan de hibernación que incluye suministros y ayudas económicas para abastecerlas al menos durante 15 días.

FAMILIAS DE ACOGIDA

Aldeas Infantiles SOS también tendrá “en cuenta” a los 64.000 niños que viven en familias de acogida en el país y estimó que una cuarta parte de ellas se verá “afectada” por la guerra y que “muchas” precisarán de ayuda para su reubicación y para seguir garantizando el bienestar y la protección de los niños que están a su cargo.

Junto a ellos, el tercer grupo “prioritario” serán todos los niños afectados por el conflicto y que estén “en riesgo” de perder el cuidado de sus padres o ya lo hayan perdido, lo que les convierte en especialmente vulnerables y la organización recordó que actualmente en Ucrania hay 98.000 niños en acogimiento residencial, que, a su juicio, “necesitan una respuesta urgente”.

Asimismo, en el marco de su programa, seguirá trabajando junto a las administraciones públicas ucranianas para “dar respuesta” a sus necesidades, “focalizando esfuerzos” también en aquellos niños con discapacidad o con enfermedades crónicas.

SALUD MENTAL

La organización, que trabaja en Ucrania desde 2003 con niños, adolescentes y familias en situación de vulnerabilidad, mostró, además, una “gran preocupación” por las consecuencias que esta guerra pueda tener en la salud mental de los niños y por eso está proporcionando apoyo psicológico, informando a las familias sobre cómo prepararse para una emergencia y enseñando a los niños a “ser conscientes de la situación y cómo responder a momentos estresantes” a través de juegos apropiados para cada edad.

En la actualidad interviene en las regiones de Kiev y Lugansk y, ante la escalada de violencia de las últimas horas, apeló al cumplimiento del Derecho Internacional Humanitario, que juzgó una herramienta “esencial” para proteger a los civiles en los conflictos armados, “especialmente a las personas más vulnerables, como son los niños y las niñas”. En este sentido, subrayó que los convenios de Ginebra establecen la prohibición de los ataques directos a la población civil, así como del ataque a escuelas y hospitales para “garantizar la protección de la vida, la salud, la educación y la dignidad de las personas”.

Aldeas Infantiles SOS ha abierto un fondo de emergencia para ayudar a los niños ucranianos: ES79 0049 0001 5321 1003 3332.