El estudio, realizado sobre una muestra de los 1.041 menores que atiende la organización, revela que un 81% de los adolescentes atendidos consumen alcohol de forma habitual y con una edad de inicio que se sitúa en los 13 años.

Por detrás del abuso de alcohol se sitúa el cannabis, sustancia que consumen el 74% de los menores de la asociación. En este caso la frecuencia del consumo también es habitual y la edad de inicio es de 14 años.

Asimismo, un 64,25% de los jóvenes que se han acercado a Proyecto Hombre son consumidores de cocaína de fin de semana. Por debajo se sitúan sustancias como el éxtasis (36,5% de la población atendida), los barbitúricos y la benzodiacepinas (19%), heroína (6,87%), alucinógenos (5,8%) y disolventes (2,2%). En todas ellas su consumo es esporádico.

En cuanto a la distribución por sexos, el estudio señala que el 78% son hombres y el 22% mujeres, unos datos que revelan un aumento del porcentaje de mujeres atendidas en Proyecto Hombre, que podría trasladarse a la realidad sobre el consumo de drogas por parte de las menores.

Para el presidente de Proyecto Hombre, aún es pronto para interpretar este dato en el sentido de que el consumo de drogas se haya incrementado entre las mujeres jóvenes. Hay que abordar este dato con prudencia, señaló. Sí reconoció que puede ser una manifestación más de la igualdad entre hombres y mujeres.

"ALERTA" ENTRE LAS CHICAS

Por su parte, la delegada del Plan Nacional sobre Drogas, Carmen Moya, advirtió que ese aumento que revela el estudio obliga a "estar alerta". "Puede significar algo que va a ocurrir".

Sobre los datos de la muestra, Moya aseguró que el perfil que ofrece del menor atendido "no difiere mucho" del que muestra la encuesta escolar que realiza el Plan Nacional sobre Drogas y en el que también se recoge un consumo cada vez mayor, fundamentalmente de alcohol, y con edades de inicio cada vez más tempranas.

Lo más preocupante, añadió, es la "nula" percepción del riesgo que muestran los menores con consumos de diversas sustancias que asocian a sus tiempos de ocio. En este contexto, el consumo de alcohol, el cannabis y la cocaína siguen aumentando, mientras que la heroína se estabiliza o incluso desciende.

Para hacer frente a esta realidad y a las consecuencias del consumo de drogas Moya señaló que hay que poner en marcha "múltiples medidas", actuar desde "distintos frentes" (administraciones y ONG) y contar con los jóvenes, sabiendo que en esta cuestión "no hay una fórmula mágica".

Entre las acciones que lleva a cabo el Plan destacan las referidas a la prevención desde los ámbitos de la familia, la escuela y la atención primaria. También las que se enmarcan en el tratamiento del consumo de drogas asociado con la violencia, la delincuencia o la marginalidad.

Sobre todo ello debatirán desde hoy hasta el próximo 12 de mayo más de 400 profesionales en el marco de las VII Jornadas "Menores, Violencia y Drogas", organizadas por Proyecto Hombre con la colaboración del Ministerio de Sanidad y Consumo y la ONCE.

En la presentación de las jornadas Proyecto Hombre dio a conocer el nuevo servicio de información telefónica de la asociación: el 902 88 55 55.