Así lo señaló el jefe de la Cancillería durante su intervención en la reunión anual del Cercle d'Economia en Barcelona, en la que llamó a prestar atención a la configuración de un nuevo marco europeo internacional. “Asistíamos ya a un cambio muy profundo del modelo económico y del modelo social”, y ahora “añadimos una crisis política y de seguridad en Europa”, recalcó.

Para José Manuel Albares, la invasión rusa de Ucrania “no es una crisis más, es una crisis que desafía los propios pilares de la construcción europea, los pilares de la paz, los pilares de la democracia, de la diversidad, de la pluralidad” y, en resumen, dijo, “de todo aquello que ha sido la base de nuestra prosperidad durante tantas décadas”.

El titular de Exteriores aseguró que la agresión rusa “pone en duda la igualdad soberana de los Estados y vuelve a traer la guerra a nuestro continente”, por lo que “estamos haciendo frente a amenazas que están alterando todas las facetas de nuestra vida”. Y añadió que “la invasión ilegal injusta e injustificada de Ucrania por Rusia ha traído de nuevo un conflicto bélico a territorio europeo”, algo “que pensábamos que nunca más se produciría”.

CHOQUE DE MODELOS

Al final, apuntó el ministro, “es un conflicto entre seguir avanzando hacia el futuro, el futuro que representa la Unión Europea, o volver atrás a tiempos de muros de alambradas, de esferas de influencia”, porque la actuación de la Federación Rusa “es ante todo un ataque a los valores sobre los que vivimos, sobre los que se construye nuestra prosperidad”. Y apuntó que “lo que está en juego, nuestra preocupación, la preocupación del Gobierno de España, es garantizar la defensa de nuestro modelo de vida y garantizar la seguridad de nuestros compatriotas”.

Sobre la autonomía estratégica, concepto que se debate en estos momentos en las instituciones europeas, Albares defendió la apuesta de España por las energías renovables y admitió la “tormenta perfecta de inflación de precios de la energía” que se ha producido “en este contexto de recuperación económica tras la pandemia del covid-19, y en pleno aumento repentino de la demanda de energía por la recuperación económica”.

La respuesta a la crisis de dependencia energética de Rusia “solo puede ser europea” aseveró el jefe de la Diplomacia, que instó a “cambios fundamentales en la manera que abordamos la política energética, impulsando la transición energética iniciada a la vez que abordamos conjuntamente los desajustes que dicha transición nos plantea en el corto plazo”.

Igualmente, el titular de Exteriores consideró que “necesitamos también nuevos instrumentos para liberarnos de las coerciones externas”, como manera para “poder responder a acciones unilaterales de gobiernos de otros países”, como ha hecho la Federación Rusa “amenazando con cortar suministros energéticos fundamentales”.

ACTOR COMPROMETIDO

Albares afirmó que “la vulneración de las normas internacionales que está planteando Vladímir Putin”, a través de “la ruptura de la paz, de los principios más básicos de convivencia entre las naciones”, es algo que “no le puede salir gratis y no le saldrá gratis”. En su opinión, “la interdependencia de nuestros países nos ofrece hoy la posibilidad de recurrir a sanciones económicas” para contribuir “a la vuelta de la paz en Europa, y a que sea imposible que se mantenga un esfuerzo de guerra a largo plazo con nuestros fondos”.

El ministro subrayó que en siete semanas Madrid acogerá la cumbre de la OTAN donde se decidirá el ‘Concepto Estratégico’ de la organización, el documento que va a regir los próximos 10 años de la Alianza Atlántica. Y añadió que “en marzo pasado en la Unión Europea adoptamos otro documento, la ‘Brújula Estratégica’ con exactamente la misma finalidad”.

En la misma línea, recordó que España, “que va a ser Presidencia del Consejo de la Unión Europea en el segundo semestre del año próximo, está desempeñando un papel de vanguardia”, un papel de “actor comprometido con Europa y con ese orden internacional basado en normas”. Y lo hace, afirmó, “por convicción y también porque nuestra seguridad y nuestra protección dependen de que forjemos este nuevo orden y de que funcione”.

José Manuel Albares destacó que la Unión Europea sigue apostando por la colaboración multilateral, y por resolver conjuntamente los problemas compartidos, pero también por la coordinación “para desplegar nuestra fuerza como potencia reguladora y comercial”, que garantice “nuestras infraestructuras y nuestra conectividad”, y también “los derechos humanos, la democracia y que nuestras sociedades sigan siendo sociedades abiertas”.

Finalmente, el ministro aventuró que “poco a poco, la Unión Europea se va haciendo una unión también más geopolítica, exactamente igual que el mundo en el que vivimos”, y subrayó que “la Unión Europea, que ya era un gigante económico, tiene que ser también un gigante geopolítico”.