El “huracán”, como algún miembro del Gobierno denomina “con cariño” a la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, continúa.

Y es que la dirigente de Sumar solicitó esta semana aprobar por vía de urgencia en Consejo de Ministros la reducción de la jornada laboral, que pasará de 40 a 37,5 horas semanales si se hace efectiva la medida, para afrontar cuanto antes el trámite parlamentario en las Cortes.

La gran mayoría de ministros socialistas quieren dejar claro que “el Ejecutivo no se opone” a aprobar la medida, pero insisten en que “hay que buscar el consenso” de todos los agentes implicados y de los equipos técnicos con los que cuenta el Ministerio de Economía.

Esto significa que el texto deberá contar con una postura que intente acercar a la patronal, pese a no haberse sumado al acuerdo que Díaz cerró con los sindicatos antes de navidad, y también conseguir el favor en la Cámara Baja de las dos fuerzas que tienen que facilitar que el trámite salga adelante, como son Junts y el PNV.

Fuentes del Ministerio de Trabajo desvelan a Servimedia que esta disputa “lleva meses” en privado y reconocen que Díaz “aceleró el paso” estas dos últimas semanas porque “si no se hace con carácter urgente” no se aprobará en 2025.

Una de las claves es que fuentes del Ministerio que dirige Carlos Cuerpo no niegan el rechazo a la vía de urgencia que propone Díaz y eso habría molestado a la dirigente gallega, hasta el punto de cargar contra el ministro como lo hizo el pasado 3 de enero al afirmar, en una entrevista en Radio Nacional, que “es casi de mala persona decir no a reducir la jornada media hora al día”.

Unas palabras por las que “no se arrepiente” y las volvería a decir, según comunican fuentes de su entorno a Servimedia, porque consideran que se está hablando de un asunto “muy importante para la vida de muchas personas”.

Desde Economía no quieren entrar en el ‘cuerpo a cuerpo’ con Díaz y obvian estas afirmaciones, pero sí quisieron hacer público que “debido a la relevancia económica de la iniciativa, con implicaciones en todos los sectores económicos, el Ministerio de Economía quiere garantizar un debate y análisis a fondo con la participación de todos los ministerios económicos. Economía le da la mayor importancia a la reducción de la jornada laboral y rema a favor para que se tramite con la mayor velocidad”.

Así y con todo, destacaron que lo más seguro es que el asunto se incluya en la Comisión Delegada del Gobierno para Asuntos Económicos (Cdgae) del próximo 27 de enero.

Sin embargo, desde el Ministerio de Hacienda aplacaron esta semana las prisas señalando en un corrillo informal con periodistas que, “en estos momentos”, el Gobierno no tiene asegurado que la medida supere una enmienda a la totalidad.

Así pues, el Ejecutivo requiere de más tiempo y de “no poner fechas” a una negociación que ni siquiera ha comenzado con algunas fuerzas que son clave para sacarla adelante, desvelaron para añadir que "con un parlamento fragmentado nadie regala el voto para una admisión a trámite".

Y frente a las acusaciones de bloqueo por parte de Díaz, desde el ala socialista del Gobierno se defienden asegurando que se trata de una “prioridad”, pero aducen que "no estamos en relatos, sino en hacerlo viable”.

En este sector sentó mal que la dirigente de Sumar afirmase que los socialistas podrían incumplir el pacto de Gobierno con sus socios si la medida no se aprobaba este año. Así, el ministro de Transformación Digital y Función Pública, Óscar López, señaló esta semana: "No comparto algunas de sus afirmaciones”.

Asimismo, desde el entorno de Díaz también recuerdan en privado que los socialistas se comprometieron por escrito, en las resoluciones del 41º Congreso Federal del PSOE celebrado el pasado mes de diciembre en Sevilla, a bajar la jornada laboral a 36 horas para 2030.

Los socialistas insisten en que no hay división entre los socios de Gobierno, pero marcan las líneas de crítica pública y aseguran que “más que anuncios se trata de concitar acuerdos”.