El ruido que genera un "airbag" al saltar cuando se produce una colisión es responsable de muchos casos de sordera y de un desorden que se denomina "tinnitus" (sensación subjetiva de campanilleo), como explica el especialista del Hospital de Leeds, Granham Buckley, a raíz de los resultados de su estudio.

Buckley ha comprobado que la explosión de un "air-bag" produce, al menos, unos 170 decibelios en tan sólo 0,1 seundos. En sus pruebas con primates, ha detectado que la pérdida auditiva se da posiblemente por el "trauma acústico" derivado de tal explosión, y no tanto por posibles perforaciones en los tímpanos.

Buckley no descarta que este efecto negativo en el usuario dependa también de otros factores, como que el coche vaya lleno o vacío de gente y la ventilación del mismo, entre otros.