Así lo indicó Aguado en sus redes sociales, donde recordó que hace dos meses solicitó la dimisión de toda la Ejecutiva Nacional del partido y que se convocara un congreso extraordinario, una petición que realizó por los “nefastos” resultados cosechados en Andalucía, unidos a los “pésimos” resultados obtenidos en Cataluña, Comunidad de Madrid y Castilla y León.

Ante esta situación, Aguado entendió que las “sucesivas debacles electorales” eran motivo “más que suficiente” para que se produjera la dimisión “inmediata” de toda la Ejecutiva y se “diera voz” a los afiliados en un congreso extraordinario donde se acordara “un nuevo rumbo y un nuevo liderazgo”.

Sin embargo, en una carta de despedida Aguado lamentó que “ninguna de las cosas se ha producido”. Al contrario, continúa, la dirección del partido ha decidido emprender “una huida hacia adelante”, que no comparte, “disfrazada de una refundación en la que no creo”.

Además, comentó que aunque fuese necesaria una refundación, esta tendría que ser impulsada por una nueva ejecutiva y no por la misma que lleva tres años “encadenando un fracaso electoral tras otro”. A su juicio, el “problema” de Ciudadanos es la “ausencia total de estrategia, el desgaste de la marca y la falta de un liderazgo capaz de volver a ilusionar a los votantes”.

“Para poner remedio a eso no hace falta una refundación, sino un congreso”, insiste Aguado, quien lamentó que su petición o sus argumentos no hayan tenido “algún tipo de efecto sobre quienes deben tomar estas decisiones”.

Por ello, un año y medio después de haber dejado todos sus cargos en el partido, se da de baja como afiliado con una “enorme pena”, pero también con “la cabeza alta” y dando las gracias a los compañeros y votantes que confiaron en él para “llevar a Ciudadanos primero al Parlamento regional y después al Gobierno de la Comunidad de Madrid”.

“Mi paso por Ciudadanos acaba hoy, pero mi amor por España y mi empeño por legar a mi hijo un país de ciudadanos libres e iguales seguirán vivos para siempre”, concluyó.