En el boletín de marzo de la ATR, Sánchez de León afirma que es "totalmente impresentable e ilegal la introducción de estas cuñas publicitarias con "escenas procaces" en horas de audiencia infantil.

A su juicio, esta práctica vulnera el artículo 20.4 de la Constitución española, referido a la protección de la juventud y la infancia, y la directiva del Consejo de Europa del 3 de octubre de 1989, sobre el ejercicio de las actividades de radiodifusión televisiva.

"Sería lamentable", afirma el presidente de la ATR, "que la CEE tuviera que llamar la atención al Gobierno español por su incumplimieno después de los dos años de moratoria para su aplicación inexcusable".

En opinión de Vicente Sánchez de León, "lo mismo que la violencia genera violencia, la pornografía genera aberraciones sexuales (...) Los niños son como esponjas absorbentes que todo lo ven. Lo que se aprende en la niñez se imprime en el cerebro y permanece toda la vida".

"Lo más triste del erotismo imperante en la televisión", agrega, "es que una gran mayoría de los telespectadores no está de acuerdo con este lamentable espetáculo, pero se callan por considerar inútil su protesta".

El presidente de la Agrupación de Telespectadores afirma que bastantes casas comerciales han mandado retirar su publicidad de determinados espacios televisivos, a la vista de la reacción suscitada en una parte de los telespectadores.