“Necesitamos un planteamiento de crecimiento sólido y de futuro. Lo reclaman entidades, vecinos y agentes socioeconómicos de la capital. Sobre todo, visto el dinamismo urbanístico e inmobiliario que han experimentado poblaciones como Salou, Cambrils o Vila-Seca, que se han erigido como una opción emergente para muchos vecinos de Tarragona en busca de más oferta en vivienda o equipamientos”, reflexionól presidente del Gremio de la Construcción del Tarragonès, Joan Romeu, en una tribuna de opinión del 'Diario de Tarragona'.

Según datos del INE, el auge de estas poblaciones contrasta con la atonía de Tarragona que, si bien se anotó un crecimiento en población de la ciudad en 2023, se produjo después de años de sangría en habitantes, mientras poblaciones de su área de influencia crecieron: un 13% de Salou o un 8% de Cambrils entre 2013 y 2023.

Se cita el caso de Salou, con su transformación urbanística y apuesta por acoger un turismo familiar y deportivo, o Cambrils, que se ha apoyado en un modelo de crecimiento que ha combinado el atractivo turístico con equilibrio entre desarrollo urbano y sostenibilidad ambiental.

Asimismo, con estadísticas sobre compraventa de viviendas nueva, usada o de alquiler entre Tarragona y las poblaciones mencionadas, se produce una evolución dispar que muestra el diferente grado de dinamismo urbanístico vivido en estos municipios.

Por ejemplo, en vivienda nueva, Salou es el municipio que ha registrado un mayor dinamismo en diez años, incluso en los ejercicios de pandemia mientras que, en vivienda usada, Tarragona se sitúa a la cola en el periodo que va de 2013 a 2022. Salou vuelve a liderar el ranking analizado, con 223 viviendas de promedio, seguido de Cambrils y Vila-Seca.

Ante este contexto, el sector económico y empresarial espera conocer el estudio económico del POUM que ha encargado el consistorio que encabeza Rubén Viñuales para valorar a fondo la viabilidad del proyecto. De momento, hay dudas sobre cómo se financiarán grandes infraestructuras previstas y lo mismo sucede en la previsión de viviendas en los distintos sectores dibujados, con un reparto entre vivienda nueva y protegida que genera incertidumbre por su viabilidad económica.

Por ello, instan a que el plan urbanístico no quede en papel mojado para no desaprovechar “una oportunidad oro para planificar una ciudad dinámica y viva y que dé respuesta a las necesidades de sus vecinos”.