Así lo trasladó esta patronal en una carta remitida al secretario de Estado de Derechos Sociales, Ignacio Álvarez, en la que explica que la demora se va a producir por la admisión a trámite por parte del Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales (TACRC) de los recursos presentados contra la adjudicación del programa para la temporada 2023-2024.

CEAV manifiesta que entiende y acepta que “las impugnaciones y recursos son prácticas lícitas y habituales en los concursos públicos, en la búsqueda de que estos alcancen, entre otros principios básicos, la libre concurrencia y competencia, la transparencia, la eficiencia y la elección de la oferta más adecuada”.

Sin embargo, precisa que, debido a que estos recursos cada vez son más habituales como consecuencia de la mayor competencia en el concurso, considera que se debería realizar una planificación y previsión “más adecuada del programa para evitar a los usuarios el grave perjuicio del retraso en la ejecución del mismo”.

Por ello, pide plazos de tiempo más holgados y convocar los concursos en fechas muy anteriores al verano con el objetivo de que en septiembre se produzca la comercialización de las plazas, de forma que los viajes comiencen durante la primera quincena del mes de octubre. De este modo, no se perjudicaría a los usuarios y se podría mantener el empleo creado en verano en determinadas zonas turísticas.

La confederación recuerda en la carta que la publicación de los pliegos se produjo el 26 de marzo de 2023. En ellos se establecía el plazo hasta el día 3 de mayo de 2023 para la presentación de ofertas. La adjudicación se produjo el 6 de julio y los recursos contaban con un plazo de presentación que finalizaba el 25 de agosto. Teniendo en cuenta las posteriores alegaciones de la empresa adjudicataria, la decisión del TACRC se ha producido solo unos días antes de la fecha establecida para el inicio de la comercialización, lo cual “no es sostenible para futuras licitaciones”.

Por último, CEAV señala la importancia que tiene este programa para las agencias de viajes y demás actores de la industria turística. “No solo porque logra mejorar la calidad de vida de las personas mayores que pueden acceder a estos turnos de vacaciones, sino porque también contribuye de manera fundamental a la creación y mantenimiento del empleo en el sector turístico y ayuda a mitigar la estacionalidad del sector, sobre todo durante la temporada baja”, zanja.