LA AGENCIA TRIBUTARIA NO CONTARA CON POLICIA FISCAL EN SU PRIMER AÑO DE FUNCIONAMIENTO
El texto se ha copiado correctamente en el portapapeles
La Agencia Estatal Tributaria (AET), creada elpasado 1 de enero, no contará con policías fiscales entre los 25.000 funcionarios que trabajarán en el nuevo organismo durante 1992, según informó hoy el jefe del gabinete técnico de la Secretaría de Estado de Hacienda, Fernando Díez Yubero.
El representante de Hacienda, que intervino en unas jornadas de la Asociación para el Progreso de la Dirección de la APD sobre "Novedades y panorama fiscal para 1992", celebradas en Madrid, aseguró que durante el presente año la agencia funcionará con las 25.000 prsonas que ha heredado de la antigua administración fiscal y que "no se ha avanzado nadapara la creación de la esperada policía fiscal".
Yubero dijo que "lo único claro es que este cuerpo policial dependerá orgánicamente del Ministerio del Interior y funcionalmente de la propia AET".
Según los datos oficiales, la AET cuenta actualmente con el equivalente a 0'6 funcionarios por cada mil habitantes, cifra inferior a los existentes en otros paises, como Estados Unidos (0'9), Canadá (1'4), Francia 1'79) y el Reino Unido de Gran Bretaña (2'35).
Asimismo, Yubero señaló que el personal que trabajará en la nueva administración tributaria sigue siendo insuficiente para hacer frente a las obligaciones exigidas a la AET, pero reconoció que el sistema informático de Hacienda permitirá mantener unos niveles aceptables de eficacia en la gestión y aplicación de la normativa fiscal.
Otro factor que, a su juicio, facilitará el objetivo de la agencia de aumentar su eficacia, es el de la financiación delnuevo organismo, basado en una transferencia anual a cargo de los presupuestos generales del Estado (que será la de mayor cuantía), transferencias presupuestarias menores (procedentes de las Comunidades Autónomas) y la facturación de un 18 por cien de la recaudación que logre la AET por las acciones de inspección y fiscalización.
Díez Yubero destacó la importancia cualitativa de este último instrumento financiero de la agencia, que le permitirá depender de sus propios recursos y aumentarlos en funcionde su eficacia.
Por otra parte, el responsable de Hacienda defendió que la AET continúe siendo un ente público adscrito al ministerio, "a pesar de que se gestione con criterios de derecho privado" y rechazó, con el calificativo de "anticontitucional", el transpaso de la administración fiscal a sociedades de propiedad privada.
Yubero destacó la autonomía de la agencia en el diseño de su política retributaiva y la preparación de sus presupuestos anuales como lo más importante para mejorar la gestió y eficacia del fisco.
"Actualmente", indicó, "es dificil mantener un cuerpo de inspectores y funcionarios especializados, capaces de desarrollar eficazmente su labor, con la competencia que suponen las remuneraciones más elevadas de las empresas privadas".
Asimismo, aseguró que, hasta diciembre de 1991, un 70 por cien de las inversiones realizadas por la Administración fiscal española "se decidían en órganos ajenos a ésta, como en el Ministerio de Economía, algo similar a lo que ocurría con el 3 por ciento de sus gastos".
POSIBLE SUSPENSION DEL IAE
Por otro lado, el jefe del servicio fiscal de la patronal CEOE, Francisco Javier Berruguete, insistió, durante su disertación sobre "El nuevo impuesto de actividades económicas (IAE)", en que "existen muchos inconvenientes para explicar este nuevo tributo antes de 1993".
"En el Comité para la Armonización Fiscal de la CE", añadió, "figura un estudio sobre homologación tributaria de las empresas comunitarias en el que se plantéa la posibilidd de aconsejar la suspensión del impuesto a los países alos que se ha aplicado".
Hasta la fecha, Francia, Alemania y España son los únicos países miembros de la CE que han puesto tributos similares al IAE.
Asimismo, Berruguete informó que la CEOE mantiene un contínuo contacto con los responsables de Hacienda en los ayuntamientos y de la Federación Española de Municipios y Provincias, "para evitar, en lo posible, el efecto nocivo del impuesto de actividades económicas", que, a su juicio, "podría amentar la presión fiscal de las corporaciones locales hasta multiplicarla por dos, tres, cuatro o lo que se quiera".
(SERVIMEDIA)
28 Ene 1992
G