Según informó la Asociación de Víctimas de Talidomina de España y otras Inhabilidades (Avite), su intención es estar presentes tanto a la llegada como a la salida de los ministros y ministras, que, "inevitablemente, tendrán que pasar por delante de nuestros miembros amputados". Asimismo, también pretenden encadenarse en las cercanías del Congreso de los Diputados.

Esta asociación protesta porque, según explica en un comunicado, "el Ministerio de Sanidad, el pasado día 23 de mayo, ha dado carpetazo a nuestras reivindicaciones y sólo ha realizado un protocolo clínico para dilucidar quién fue afectado por talidomida y quién no. Ahora sólo nos queda ponerle un marco a dicho protocolo y colgarlo en la pared".

Según Avite, la decisión de acudir a La Moncloa se adoptó tras mantener seis reuniones en el Ministerio de Sanidad y una vez que sus responsables "nos han dicho textualmente que la única persona en España que nos puede ayudar es el presidente del Gobierno".

Los organizadores de la protesta tienen previsto también presentar sendos escritos, en los que reclaman justicia, en el Ministerio de la Presidencia y en el Congreso de los Diputados.

A finales de la década de los 50, la talidomina se recetaba en muchos países del mundo como remedio para paliar las náuseas que las embarazadas sufrían durante el embarazo. Aunque en otros países se prohibió en 1961 al descubrise que producía malformaciones en recién nacidos, en España no fue retirada por las autoridades hasta 1963, si bien algunos lotes continuaron distribuyéndose durante tres o cuatro años más.