Abordar el reto de la desertización y del cambio climático desde la realidad de unos ríos poco caudalosos y la mejora de la calidad de los recursos hídricos, "seriamente amenazados por la actual actividad industrial y agrícola", deben ser, a juicio de Aedenat, los principales objetivos de los planes hidrológicos del Gobierno.

Para Aedenat, los objetivos y prioridades esenciales de unos planes hidrológicos ecológicos y solidarios deberían ser: polític de ahorro en todos los usos del agua y en todas las cuencas y poner énfasis en la calidad de las aguas, mediante políticas de descontaminación drástica y medidas legislativas, educativas y económicas.

Asimismo, los ecologistas solicitan planes urgentes para reforestar y restaurar la cubierta vegetal, especialmente en la cabecera de los ríos, y planes que afiancen e incentiven los vigentes asentamientos de población en el medio rural.

Aedenat asegura que el agua es un recurso trascendental que sedilapida y contamina. El Estado español es el tercer consumidor de agua per cápita del mundo, según los ecologistas, después de EE.UU. y Canadá, siendo la agricultura el principal sector responsable del uso del agua.