Asimismo, los conservacionistas han denunciado la actitud de la Administración en relación con la política de construcción de plantas de incineración, ya que consideran que tiende a instalarlas en comarcas agrícolas y despobladas para encontrar la mínima oposición social posible.

Por elo, Aedenat está promoviendo la creación de una plataforma comarcal de oposición al proyecto de Cazalegas que consiga evitar la instalación de la planta.

Según los ecologistas, la incineración causa un importante impacto ambiental, ya que emite a la atmósfera contaminantes como dioxinas, furanos y productos de combustión incompleta, y genera escorias y cenizas que precisan ser vertidas en depósitos de seguridad.

Un estudio realizado por la organización internacional Greenpeace asegura que las dioinas son los venenos ambientales más peligrosos creados por el hombre.

Por su parte, Aedenat mantiene que dioxinas y furanos son sustancias tóxicas persistentes y bioacumulativas, ecotóxicas, cancerígenas, teratógenas y mutágenas.