Así lo afirmó hoy AEA en una nota de prensa difundida después de que Pere Navarro propusiese hoy abrir un debate en los medios de comunicación sobre el aumento de velocidad para las autocaravanas. AEA explica en su nota que hasta la entrada en vigor de la reforma del Reglamento General de Circulación, el 6 de septiembre de 2006, las autocaravanas tenían expresamente limitada la velocidad a 90 kilómetros por hora en autopistas y autovías; a 80 kilómetros por hora en carreteras convencionales con un arcén de 1,5 metros, y a 70 kilómetros por hora en el resto de las vías fuera de poblado.

Sin embargo, recuerda AENA, aprovechando una reforma referida a los cinturones de seguridad, el Gobierno consideró oportuno revisar dicha normativa "con el fin de corregir algunas incongruencias detectadas en relación con las velocidades máximas asignadas a determinadas categorías de vehículos".

"Una de las incongruencias detectadas era la velocidad a la que podían circular las autocaravanas, y en consecuencia, el Gobierno las excluyó expresamente de los límites de velocidad fijados hasta entonces para los camiones, los tractocamiones, furgones, vehículos articulados y automóviles con remolque", añade AEA.

Pero, "debido a una incomprensible omisión normativa, se olvidaron de incluir expresamente este tipo de vehículos en el límite de velocidad correspondiente al de los turismos, como se pretendía". A juicio de AEA, la velocidad máxima a la que deben conducirse una autocaravana es 120 kilómetros por hora, en consonancia con la normativa que equipara este tipo de vehículos con los turismos a la hora de fijar las inspecciones técnicas que deben pasar.

"No tendría sentido, por tanto equiparar, las autocaravanas a los turismos en cuanto a las frecuencias de inspección, para luego darles un tratamiento distinto y discordante respecto a la fijación de los límites de velocidad", apostilla AEA.