LOS ADOLESCENTES CIEGOS DEL MUNDO EXIGEN EDUCACIÓN, NO SER DISCRIMINADOS Y PERMANECER CON SUS FAMILIAS DE ORIGEN
- En el I Encuentro Internacional de Niños Ciegos y Deficientes Visuales, celebrado en Pontevedra
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Los adolescentes participantes en el I Encuentro Internacional de Niños Ciegos y Deficientes Visuales, celebrado durante esta semana en Pontevedra, exigen a la sociedad educación, no ser discriminados y permanecer con sus familias de origen.
Así consta en el documento final surgido de las jornadas, donde los jóvenes ciegos alertan de la necesidad de mejorar su calidad de vida en todos los países del mundo y realizan una serie de recomendaciones a los gobiernos y organizaciones internacionales.
Reunidos en Pontevedra gracias a la colaboración de la ONCE, la Unión Mundial de Ciegos, Caixanova y ENCE, estos chicos reivindican que ningún niño con problemas de visión sea excluido de un tratamiento igualitario ante la ley por razón de su discapacidad.
Recuerdan que la discapacidad no puede ser un obstáculo para que las personas ciegas puedan acceder a una formación adecuada y exigen que los jóvenes ciegos permanezcan con la familia en la que nacieron y que no sean abandonados por su deficiencia visual. Además, alertan del maltrato que padecen muchos niños con discapacidad visual del mundo.
En este encuentro han participado más de 20 adolescentes de entre 14 y 16 años, procedentes de Australia, Camerún, Chile, China, Cuba, Estados Unidos, España, Gambia, Holanda, India, Jamaica, Malawi, México, Nueva Zelanda, Polonia, República Dominicana, Rusia y República de Zimbabue.
El programa de este primer encuentro Internacional se desarrolló en varias sesiones plenarias con debates dedicados a la recién estrenada Convención de Naciones Unidas sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, la familia, los iguales, la comunidad, la sociedad actual, la educación o el futuro. Además, los pequeños participaron en talleres y actividades culturales.
Según recordó la ONCE, en el mundo, más de un millón y medio de niños padecen discapacidad visual grave y, además, cada año se detectan unos 500.000 nuevos casos, especialmente en los países en vías de desarrollo.
El nivel de mortalidad entre estos menores es tan elevado que prácticamente uno de cada dos niños ciegos del mundo muere antes de que pasen dos años desde que perdió la visión, pese a que, en la mayoría de las ocasiones, las patologías que les provocan la ceguera son evitables o, al menos, tratables.
(SERVIMEDIA)
20 Jun 2008
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