El proceso de investigación partió de la denuncia presentada por el grupo ecologista Asociación en Defensa de la Naturaleza (ADN), en la que acusaban a la empresa Besaide, especializada en movimientos de tierras y contratada por Mendiur, de "roturar" el soto fluvial del baranco de Sía.

Según los denunciantes, las máquinas de Besaide han arrasado hasta la fecha unos 250.000 metros cuadrados de vegetación, arruinando el habitat de especies animales asociadas al torrente, como garzas, milanos, córvidos y mirlos acuáticos..

Un portavoz de la Comisión Provincial de Urbanismo de Huesca precisó que aunque tenían constancia del proyecto, no habían procedido a su tramitación definitiva y que le habían sugerido un tratamiento rigurosísimo del entorno del barranco de Sía.

Asimismo, tampoco la Comisaría de Aguas de la CHE había autorizado las obras.

Para ADN, las obras de Mendiur suponen una lesión muy grave de la Ley de Protección de la Naturaleza, Ley de Aguas y Ley de Montes y recomienda "la persecución penal de estas agresiones".

El proyecto de Mendiur se ha gestado en colaboración con el Ayuntamiento de Biescas y la Diputación General de Aragón. El lugar elegido para las obras se extiende a lo largo de la margen izquierda del río Gállego y la memoria del proecto hace mención a la necesidad de encauzar el barranco de Sía y la modificación de los accesos por carretera a Orós.

La colaboración institucional en el proyecto viene recompensada por la creación en el lugar de instalaciones deportivas y alrededor de 150 puestos de trabajo.