ADANZA COMIENZA ESTA SEMANA A NEGOCIAR EL ROMPECABEZAS PARA FORMAR UN GOBIERNO VASCO ESTABLE

VITORIA
SERVIMEDIA

José Antonio Ardanza, lehendakari en funciones del Gobierno Vasco, inicia el próximo miércoles el proceso de conversaciones para la formación del nuevo Gobierno de Euskadi, tras unos resultados electorales del pasado 23 de octubre que han dejado al País Vasco sin una mayoría dominante para gobernar.

El primero en acudir a Ajuria-Enea será el secretario del PSE-EE, Ramón Jaúreui, cuya postura para formar parte en la próxima legislatura está aún sin aclarar, al existir posturas contrapuestas en el seno de los socialistas sobre si pacta o no con el PNV.

Mientras, los socialistas alaveses han decidido defender su pase a la oposición y los vizcainos son partidarios de buscar un pacto con los nacionalistas y rechazar un tripartito con Eusko Alkartasuna, el PSE-EE de Guipúzcoa ha trasladado su postura, sobre la conveniencia de entrar en el próximo Gobierno, al debate interno en l conjunto del partido y a la postura que adopte el PNV.

A juicio de Ramón Jaúregui, no existe una fragmentación dentro de su partido, sino opiniones diferentes. "Hay una corriente que hace que el futuro del partido pase por forjar nuestra propia alternativa desde la oposición", asegura, "mientras otra parte de la formación señala que la vida política vasca requiere nuestra colaboración".

A la espera de que ambas posturas se discutan y se adopte un posicionamiento unánime, Xabier Arzallus, presidnte del PNV, cree que resulta muy difícil decir cuánto tiempo va a durar este proceso de formación del Ejecutivo vasco mientras asemeja la situación de los socialistas a la que padeció el PNV tras su escisión.

Sin embargo, aunque PNV y PSE-EE se unieran para seguir cogobernando, no obtendrían mayoría absoluta. Eusko Alkartasuna parece dispuesta, con algunas matizaciones, a formar parte del nuevo Gobierno.

Para EA lo esencial es el programa sobre el que se pueda basar la integración de diferentes ocios del ejecutivo y se encuentran tranquilos.

Sin embargo, Jesús Eguiguren, secretario general del PSE-EE de Guipúzcoa, muestra su oposición a trabajar estrechamente con el partido de Carlos Garaikoetxea. "Si hay un acuerdo previo entre PNV y EA, mejor que no nos llamen a los socialistas, no tienen nada que hacer con el PSE-EE", ha afirmado Eguiguren.

Mientras, los populares vascos ven muy difícil un pacto de gobierno entre el PP y el PNV en la Cámara vasca, al señalar que los nacionalistas no ienen intención de rectificar.

Esta postura pasa, en opinión de Arzallus, por desplazar al PSOE del Gobierno Vasco, pero sin entrar ellos de momento hasta que se dilucide lo que pueda suceder en las elecciones municipales del próximo año.

El resto de formaciones políticas, IU, UA y HB, no parece que puedan ser protagonistas en la nueva composición gubernativa vasca. Mientras Izquierda Unida pretende seguir adelante con su proyecto político desde la oposición, aunque hablará con el lehendakari, Heri Batasuna ha sido excluída, incluso, de las conversaciones.

Para la formación abertzale, el hecho de no haber sido llamados a hablar en Ajuria Enea es una contradicción y acusa al PNV de inmovilista, intolerante e incoherente, por apelar al diálogo y apostar, sin embargo, por la incomunicación.

La formación foralista Unidad Alavesa, que en estos comicios cimentó su primacía electoral en Vitoria con un enorme "mordisco" a la bolsa del voto socialista, podrá tener también capacidad de decisión. La última palabra sobre el gobierno de Euskadi la tendrá la Asamblea Nacional del PNV, pero, mientras, Juan María Bandrés, ex-militante del PSE-EE, opina que la coalición deseable sería PNV, PSE-EE con Izquierda Unida.

(SERVIMEDIA)
30 Oct 1994
C