Según esos datos, el pacto PNV-PSE era el preferido por el 41,1% de los vascos, mientras que el finalmente alcanzado, entre el PSE y el PP, sólo lo querían el 10,2%, y un 26,4% se inclinaban por otras opciones.

Esa era la opción preferida por los vascos para afrontar todos los asuntos por los que preguntaba el CIS: gestión económica, autogobierno, acabar con el terrorismo, desarrollar políticas sociales y garantizar un gobierno estable en el País Vasco.

Son más, el 43,6%, quienes se muestran bastante (19,6%) o muy en desacuerdo (24%) con la ilegalización de candidaturas, que el 36,2% que están muy de acuerdo (13,4%) o bastante de acuerdo (22,8%).

Juan José Ibarretxe sigue siendo el dirigente más valorado, con un 5,55 sobre 10, seguido de la candidata de Aralar, Aintzane Ezenarro (5,28); el socialista Patxi López (4,41); Unai Ziarreta, de EA (3,87); José Luis Rodríguez Zapatero (3,83); Javier Madrazo, de IU-EB (3,59); Gorka Maneiro, de UPyD (2,82); Antonio Basagoiti, del PP (2,79), y en último lugar Mariano Rajoy (2).

El CIS realizó esta encuesta a partir de 2.471 entrevistas en las tres provincias vascas entre el 10 de marzo y el 3 de abril, es decir, mientras se sucedían las conversaciones entre los partidos vascos para articular mayorías y formar gobierno.

Antes de votar, el 16,8% dudó entre hacerlo al PNV o al PSE, y el 7,3% entre el PNV y Aralar. El 19,8% decidió su voto con el objetivo fundamental de que el PNV saliera del gobierno vasco.

Una vez conocido el resultado, aunque aún no se conocían los acuerdos, el 74,1% de los votantes se ratifica en su decisión, mientras que el 17% dice que se hubiera abstenido o hubiera votado en blanco, y el 2,6% hubiera optado por otro partido.

Pensando en los intereses de Euskadi, el 35,4% juzga muy positivamente (6,3%) o positivamente (29,1%) el resultado de las elecciones, y el 39,4% los considera negativos (28,5%) o muy negativos (10,9%).

El 36,5% de los vascos juzga buena (34,7%) o muy buena (1,9%) la gestión general del Gobierno vasco de los últimos cuatro años, frente al 16,3% que la considera mala (14,7%) o muy mala (1,6%). El 44,6% la juzga regular.

Son mayoría, el 47,9%, los que consideran "más bien desfavorable" al País Vasco la política del Gobierno central, frente al 18,7% que la ve "más bien favorable" y al 19,6% que se queda en medio de ambas valoraciones.

PEOR CON EL PP

La gestión general del Gobierno central es regular para el 49,3% de los vascos. Suman el 13,1% los que la juzgan buena (12,7%) o muy buena (0,4%), y el 33% los que la creen mala (27,3%) o muy mala (5,7%).

No obstante, una amplia mayoría, el 60,7% de los vascos, cree que las cosas irían peor si el PP estuviera al frente del Gobierno central, mientras que para el 3,7% irían mejor, y para el 23,6% irían igual.

Cuando se pide a los ciudadanos que valoren la gestión del Gobierno vasco en ámbitos concretos, los porcentajes más altos de quienes la juzgan buena o muy buena se suman en sanidad, euskera, infraestructuras y educación. En todos los ámbitos, incluido el terrorismo, son más quienes creen que el PSE lo habría hecho peor que quienes opinan que lo hubiera hecho mejor.

En cuanto al Gobierno central, tanto en paro como en políticas sociales, terrorismo, economía y autogobierno, superan con creces quienes creen que la gestión es mala o muy mala a quienes las respaldan como buena o muy mala.

El sondeo refleja escaso seguimiento de la campaña electoral por parte de los vascos y, de hecho, el 47,3% asegura que no vio ninguno de los debates televisados ni tuvo referencia de ellos. Sin embargo, el 29,7% cree que el PNV lo hizo mejor, y el 15,6% cree que lo hizo mejor el PSE.

Cuando se pide a los electores que valoren la campaña de los distintos partidos, la mayor suma de quienes la creen buena o muy mala es para el PNV, seguido de Aralar, el PSE, el PP, UPyD, EA y EB-IU.

La que más rechazo suscitó fue la del PP, y sólo Aralar ha conseguido mejorar su imagen entre los electores tras la campaña.

El 73,3% dice que algún partido o candidato contactó con él, y a pesar de la apuesta de todos los partidos por las nuevas tecnologías, en la inmensa mayoría ese contacto fue por correo postal.