Mediante esta iniciativa, Jacques Chirac quiere dejar claro la severidad con que el Estado francés piensa tratar en adelante este tipo de delitos.

De hecho, un proyecto de ley de prevención de la delincuencia estudiado hace dos semanas en Consejo de Ministros endurece las penas para los actos de violencia doméstica, que provocan en Francia la muerte de una mujer cada cuatro días.

Además, este proyecto establece el deber de los médicos de guardar el secreto profesional, de modo que no necesitarán el acuerdo de las mujeres maltratadas a las que atiendan para denunciar a los maltratadores.