Así lo confirmó el consejero delegado de la compañía, Juan Santamaría, durante el Capital Markets Day celebrado este miércoles en el que la empresa de infraestructuras presentó su plan estratégico 2024-26.

A finales de marzo, la compañía comunicó que el organismo texano abriría un periodo de seis meses para negociar un nuevo acuerdo con la concesionaria actual. Durante su intervención, Santamaría señaló que están aprovechando este período para negociar con el gobierno de Texas y “analizar si existe alguna otra manera de lograr una resolución sobre el proyecto”.

Si finalmente se acaba produciendo la terminación del contrato, la empresa recibiría un pago inicial, al que, en términos de valor, habría que descontar unos 500 millones de euros como parte de la deuda. Esto tendría un impacto a “corto plazo” tanto en inyección a la caja, como en el dividendo y en el valor.

Sin embargo, respecto al impacto a medio-largo plazo Santamaría rehusó concretar más detalles a la espera que terminen los contactos. La compañía dará a conocer las provisiones que implicará la operación “tan pronto como veamos que las negociaciones no estén yendo por el buen camino”.

El consejero delegado recalcó, en cualquier caso, que están “muy cómodos” con la posición actual y creen que el impacto de la operación en el precio de las acciones de la compañía ya se ha producido.

AUTOPISTA SH-288

A finales del año pasado, ACS completó la transmisión a Abertis de una participación del 56,8% de la sociedad concesionaria de la autopista por un importe de 1.423 millones de euros. El traspaso formaba parte del acuerdo estratégico suscrito en julio de 2023 por ACS y Mundys para Abertis.

La concesión de la SH-288 se enmarca en un contrato de participación público-privada a 52 años adjudicado en 2015 por el Departamento de Transporte del estado de Texas al consorcio liderado por Iridium, en el que también participaban las empresas constructoras del grupo ACS Dragados USA y Pulice Construction.

Se trata de una de las obras de infraestructura más importantes acometidas en el área metropolitana de Houston, que tras su apertura al tráfico en 2020 contribuye a aliviar los problemas de congestión en una de sus zonas más pobladas. Como media, el corredor es transitado a diario por más de 160.000 vehículos, de los que aproximadamente 14.000 optan por utilizar los nuevos carriles de peaje.