El documento indica que 755.000 personas están en condiciones de catástrofe o hambruna en diez estados, incluidos los cinco estados del Gran Darfur, así como Kordofán del Sur y del Norte, el Nilo Azul, Al Jazirah y Jartum. Además, 8,5 millones de personas se encuentran en situación de emergencia, y hay un riesgo real de hambruna en 14 zonas si el conflicto se intensifica.

El director de ACH, Samy Guebassi, reconoció que están “profundamente consternados por la gravísima situación que afecta a millones de sudaneses”, ya que “esta situación es especialmente crítica para las poblaciones atrapadas en zonas de conflicto y sin acceso a protección”.

En total, la organización contabilizó más de 10 millones de personas desplazadas y más de 2 millones de personas refugiadas debido a la destrucción de las zonas agrícolas, la inflación y el aumento del precio de los alimentos, cuyo precio “se ha incrementado hasta el 296% en algunos productos básicos”.

Por ello, realizó un llamamiento urgente a los Gobiernos, organizaciones internacionales y donantes para incrementar su apoyo y solidaridad con Sudán: “La magnitud de esta crisis requiere una respuesta coordinada y sostenida para evitar una catástrofe humanitaria aún mayor”, concluyó Guebassi.