El estudio revela que por cada accidente leve el trabajador está ausente de media del trabajo 21,6 jornadas, lo que genera un coste por siniestro de 2.258 euros. Extrapolado por el número de accidentes, Seopan cifra el coste de los siniestros leves en 369 millones de euros al año.

En el caso de los accidentes graves, generan la pérdida, como media, de 84,4 jornadas de trabajo, con un coste de 8.804 euros. El global de siniestros graves generan pérdidas para las empresas de 21 millones de euros más, lo que da un total de 390 millones.

Seopan ha elaborado este informe analizando más de 42 millones de datos sobre accidentes de trabajo con la información que las empresas están obligadas a comunicar al Gobierno a través del sistema Delt@.

De los siniestros de la construcción, el 70,7% se producen durante la jornada de trabajo, y el resto son accidentes "in itínere". El 81% de los sucesos tienen lugar en edificaciones, frente a un 19% que se producen en obra civil.

Según el estudio, a mayor edad de los trabajadores, menor índice de siniestralidad. Los accidentes más graves se producen por caídas en altura.

Además, el lunes es el día en el que se registran más accidentes de carácter leve, sobre todo en la franja que va de 10 a 11 de la mañana. En los siniestros graves y mortales no hay una tipología definida.

Las empresas de menos de 250 trabajadores, que aglutinan el 80% de la producción del sector y el 90% de las plantillas, sufren el 96,5% de los accidentes.

Mientras, las compañías más grandes sufren el 3,5% del total, con un índice de siniestralidad que es 3,3 veces menor al de las pequeñas constructoras.

MEDIDAS

Por ello, Seopan exige que la obligación de tener servicios propios de prevención de riesgos en las compañías de más de 250 trabajadores se extienda a todas las empresas del sector, o, al menos, que haya en obra un técnico responsable de seguridad durante la ejecución de las actividades que impliquen riesgo de caídas o derrumbamientos.

Además, la patronal de las grandes constructoras reclama el estricto cumplimiento de la legislación vigente y, a ser posible, una reunificación de la misma para simplificar su seguimiento y evitar errores de interpretación.

Otra de sus sugerencias, que el ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Jesús Caldera, presente en el acto, se comprometió a analizar, pasa por que el Gobierno fomente la innovación en nuevas técnicas de protección colectiva y que se incentive, en los pliegos de licitación de obra pública, a las empresas que mayor atención presten a nuevas técnicas de prevención.

Junto a Caldera intervinieron en el acto Enrique de Aldama, presidente de Seopan, y el presidente de la CEOE, José María Cuevas.

Para Cuevas, los costes sociales y económicos de la siniestralidad laboral son "inaceptables" y la lucha contra los accidentes es "cosa de todos", aunque incidió en que sólo son eficaces las medidas pactadas entre el Gobierno y los agentes sociales.