Los especialistas reunidos coincidieron en subrayar que, en los últimos años los casos constatados han ido en aumento, especialmente en el área del abuso sexual.

Destacaron algunos de los factores que inducen a los individuos a maltratar a los más pequeños, entre ellos la pobreza, pertenecer al sexo femenino, la estructura disfuncional de la familia, el consumo de drogas y alcohol, la edad, la tenencia de armas o el haber nacido con algna discapacidad.

Para los especialistas, el abuso y abandono de los niños es un problema familiar que a menudo ocurre en el contexto de otras violencias familiares, como el abuso de la madre, por lo que normalmente todos los miembros deben tener acceso a un tratamiento adecuado para facilitar su integración en la vida social.

Los conferenciantes se remitieron a los documentos de las Naciones Unidas en los que se recomienda a las diferentes instituciones que potencien la prioridad del bienestar failiar, puesto que la familia es la principal unidad responsable de la primera fase de la socializacion y asegura el equilibrio físico y mental de los niños.

Así mismo, propusieron a los gobiernos que establezcan políticas que faciliten el crecimiento de los niños en un ambiente familiar estable y, en caso contrario, que se tomen en cuenta altenativas diferentes como la adopción en otras familias.

Pidieron atención especial para los niños cuyas familias se hayan visto afectadas por cambios económios, sociales y culturales rápidos e inestables, como es el caso de los hijos de emigrantes y refugiados políticos, "diseñando modalidades innovadoras y constructivas para su integración en la nueva sociedad".

Solicitaron también medidas y programas para que las familias aprendan los roles y obligaciones como padres, promocionando las relaciones positivas con los hijos, sensibilizndolos con sus problemas y animándoles a las actividades conjuntas, que determinarán la futura participación y colaboración el niño en la sociedad.

Creyeron además conveniente la creación de políticas para la prevención e intervención en caso de abusos y abandonos, cuyas estrategias deberían guiarse, ajuicio de los participantes en estas jornadas, por principios de apoyo y tratamiento social más que por el control y el castigo.

Los participantes en el seminario exigieron a todos los Gobiernos e instituciones el respeto a las declaraciones de las Naciones Unidas sobre los principios fundamentales para las víctimas del rímen y del abuso de poder, las convenciones de los derechos del niño, la supresión del tráfico internacional de mujeres y niños, la de la esclavitud y las convenciones de los derechos humanos de Europa y América.