ABSUELTOS LOS 16 INDEPENDENTISTAS CATALANES ACUSADOS DE INJURIAS A LA CORONA POR QUEMAR FOTOGRAFÍAS DE LOS REYES
- El juez Vázquez Honrubia reprendió al fiscal Barroso por rebajar la acusación a una falta leve de desórdenes públicos
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El juez central de lo Penal de la Audiencia Nacional, José María Vázquez Honrubia, decidió hoy absolver a los 16 independentistas catalanes que estaban acusados de un delito de injurias graves contra la Corona, por haber quemado varias fotografías de los Reyes en una manifestación antimonárquica en Gerona.
El magistrado tomó esta decisión después de que el fiscal encargado del caso, Luis Barroso, decidiera rebajar su petición inicial y solicitar para los acusados una multa de 500 euros por una falta leve de desórdenes públicos.
En su escrito de calificaciones previas, el representante del Ministerio Público había solicitado para los 16 independentistas una multa de 3.600 euros, al acusarles de un delito de injurias graves a la Corona.
Los 16 acusados participaron en una quema masiva de fotografías de los Reyes que tuvo lugar en Gerona el 22 de septiembre de 2007, en un acto convocado en solidaridad con Jaume Roura y Enric Stern, los dos independentistas catalanes condenados por la Audiencia Nacional en julio de 2008 precisamente por quemar retratos de los Reyes durante una manifestación en la ciudad catalana.
Los agentes de los Mossos D'Esquadra que testificaron en la vista, que estuvieron presentes en el acto antimonárquico, aseguraron que durante la manifestación no se produjo ningún altercado ni se perturbó en ningún momento el orden público, por lo que el abogado defensor, Benet Salellas, pidió la absolución de sus clientes.
Ante la modificación de la petición de la Fiscalía y la constatación por parte los testigos de que no se produjo ninguna perturbación del orden público en la manifestación, el juez Vázquez Honrubia decidió absolver a los acusados y reprendió al fiscal Barroso por su "incomprensible modificación".
Fuentes jurídicas señalaron que, antes del inicio del juicio, el fiscal Barroso ofreció a los procesados rebajar su petición y sustituir la acusación por un delito de injurias graves a la Corona, por una falta leve de desórdenes públicos, algo que los acusados no aceptaron.
Al final de la vista, el magistrado recordó al fiscal Barroso que la Audiencia Nacional no es competente para el enjuiciamiento de faltas y le censuró por "haber degradado los hechos". "El delito de injurias o es delito o no es nada", dijo, y pronunció la absolución de los acusados.
La decisión fue recibida con vítores por el público asistente. Los acusados abandonaron la Audiencia Nacional jaleados por el centenar de simpatizantes que les habían acompañado desde Gerona.
El grupo se desplazó hacia los dos autobuses que le esperaban en la plaza de Colón custodiados por un gran número de agentes de la Policía Nacional y coreando lemas como "soy catalán, no tengo rey".
MANIFESTACIÓN PACÍFICA
Durante su declaración, todos los acusados reconocieron haber quemado "fotocopias" de fotografías de los Reyes durante la manifestación independentista y aseguraron que se trató de un acto "cívico y pacífico".
En el juicio se sentaron en el banquillo Mustafá Shaimi, Jordi Maria Tomás Munsó, Nuria Brugada Arnau, Biel de Montserrat Vallas, Miquel Pórtulas Oliveras, Sonia Carbó Molvé, Jordi y Xavier Rabaseda Bosch, Pau Costa Cunill, Lluis Sales Fava, Miquel Serrats Sau, Joan Pujolas Vilar, Xavier Navarro Morera, Pere Cortada Hortela, Lluc Salellas Vilar y Jordi Casas Mas.
Todos ellos explicaron que la manifestación fue convocada en solidaridad con Rouras y Stern, que fueron condenados por la Audiencia Nacional a una multa de 2.700 euros precisamente por haber quemado un retrato de los Reyes en Girona el 15 de septiembre de 2007.
Los acusados explicaron que decidieron quemar "fotocopias" de fotografías de los Reyes para mostrar su rechazo a la monarquía, una institución que consideran "anacrónica y antidemocrática", y que lo hicieron dentro del ejercicio de su libertad de expresión.
Además, aseguraron que no fue "un acto violento", sino una manifestación "pacífica y cívica". Siempre que los acusados desviaron su declaración hacia cuestiones políticas se encontraron con la oposición del juez.
En la vista oral comparecieron como testigos dos agentes de los Mossos d'Esquadra que estuvieron presentes en la manifestación de Girona. Ambos señalaron que durante el acto no hubo ningún tipo de desórdenes públicos.
El primero de los agentes en declarar explicó que lo único que hubo en la manifestación "fue la quema de fotocopias" y aseguró que "no hubo altercados, ni daños al mobiliario, ni ataques a otras personas".
DECLARACIÓN EN CATALÁN
En esta ocasión, la Audiencia Nacional proporcionó a los acusados traductores de catalán para tratar de evitar lo sucedido el 20 de noviembre de 2007 durante el primer juicio a Roura y Stern.
En aquella ocasión, el Vázquez Honrubia no permitió a los acusados expresarse en catalán, por lo que la Sala de lo Penal anuló el juicio y ordenó su repetición, al considerar que la decisión del juez había vulnerado los derechos fundamentales de los procesados.
El juicio se celebró de nuevo con otro juez y, finalmente, Roura y Stern fueron condenados al pago de una multa de 2.700 euros cada uno.
En el juicio celebrado hoy, el juez Vázquez Honrubia estuvo durante toda la vista oral puntualizando el marco en el que los acusados podían ejercer su derecho a expresarse en catalán.
Durante la declaración del primer acusado, Shaimi, el juez señaló, en referencia a la decisión que anuló el juicio que celebró contra Roura y Stenr, que "según la Sala tiene usted todo el derecho a hablar en catalán, y yo lo acató".
Más tarde, el magistrado se dirigió al acusado, de origen árabe, para decirle que "hable usted en lo que le resulte más fácil, si quiere usted un intérprete de marroquí yo se lo pongo".
Al responder a las preguntas de su abogado, Shaimi comenzó a hablar en español, ante lo que Vázquez Honrubia dijo: "Cuidado, que se pone usted a hablar en castellano; es genial, es usted bilingüe".
El acusado que adoptó un comportamiento más desafiante fue Jordi María Tomás, quien, antes de declarar, recriminó al juez que no le hubiese preguntado si entendía el castellano. "Que no lo entienda me parece lamentable, pero se dan algunos casos", le contestó el juez.
Tomás, de 47 años, contestó que el castellano "es la única lengua que me permitieron", ante lo que Honrubia replicó que "para la gramática, estó muy bien".
En la misma línea se expresó el acusado Miquel Serrats, quien arrancó su declaración diciendo que no habían hecho diez horas de autobús "para participar en este circo".
El juez le paró en seco y le comunicó un primer apercibimiento. "Si sigue en esa actitud me veré obligado a retirarle el uso de la palabra, no tiene usted derecho a hacer un mitin político", señaló Honrubia.
Ante estas palabras del magistrado, el acusado Serrats se negó a declarar y no contestó a las preguntas que le dirigía el fiscal Barroso.
CONTROLES POLICIALES
El juicio, cuyo inició estaba previsto a las 10.00 horas, se vio retrasado debido a las férreas medidas de seguridad y a que los agentes de la Policía Nacional retuvieron a los acusados durante cerca de dos horas en las inmediaciones de la Audiencia Nacional.
Los 16 acusados, que llegaron sobre las 9.00 horas a la madrileña plaza de Colón en dos autobuses en los que iban acompañados por cerca de un centenar de simpatizantes, se vieron retenidos por los agentes, quienes insistían en que se cambiasen la camiseta que portaban, en la que se podía leer en catalán la frase "yo también quemó la bandera española".
Finalmente, los acusados pudieron entrar a la Audiencia Nacional portando sus camisetas, pero, antes de que comenzase el juicio, el magistrado les advirtió de que no podían lucirlas en las sala de vistas. "Hagan el favor de ponerse la camiseta de otra manera o me veré obligado a expulsarles de la sala", dijo, por lo que los acusados decidieron darle la vuelta a su camiseta.
Antes de su llegada a Madrid, la Policía retuvo a los dos autobuses en la autopista de acceso a la capital. Los agentes subieron a los vehículos, registraron a sus ocupantes y requisaron varias banderas, así como una caja de camisetas.
Precisamente mañana, jueves, la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional celebrará la vista para estudiar el recurso contra la multa de 2.700 euros impuesta a Roura y Stern por quemar fotografías de los Reyes.
(SERVIMEDIA)
29 Oct 2008
CAA