El día 8 de junio de 1992 el propietario del restaurante "Felipe IV" de Navalcarnero amenazó a María Teresa Alcalá Arribas con expulsarla de su local si no aceptaba comer en un lugar apartado del comedor con su perro.

Según la sentencia, a la que tuvo accesoServimedia, no existen pruebas suficientes que acrediten las versiones ofrecidas por las dos partes en litigio.

El dueño del local justificó su actitud por la supuesta falta de aseo y agresividad del animal, mientras la clienta aseguraba que el restaurante no acreditó la reserva del derecho de admisión.

La magistrada de la Audiencia Provincial estima que al no existir pruebas, la sentencia recurrida atiende a criterios de "lógica" o de "probabilidad", "olvidando que un pronunciamiento de condena n materia criminal no puede sustentarse en tales criterios, sino, muy al contrario, en la estricta y rigurosa acreditación de los hechos". Por ello, la jueza dicta la absolución de Julián Torrado y declara de oficio las costas.