Así lo indicó Abascal durante un acto sobre cultura celebrado en la Fundación Carlos de Amberes de Madrid, en el que estuvo acompañado por la candidata de Vox al Congreso por Almería, Rocío de Meer; el vicepresidente de Castilla y León, Juan García-Gallardo; y los exdirigentes de Ciudadanos Juan Carlos Girauta y Marcos de Quinto, entre otros.

Abascal avisó de que no aceptará lecciones de “censura y cancelación” de aquellos que han hecho de ellas “un modus vivendi”, en un “enfermizo juego de autoproyección” y garantizó que “con nosotros el telón no caerá nunca, el espectáculo continuará” y “jamás haremos mutis por el foro cuando nuestros hijos nos pregunten qué hicisteis vosotros para defender nuestra libertad, lengua, patria y cultura”.

Inició su discurso hablando de la mítica escena de la película 'La vida de Brian' en el que el personaje Stan quiere que le llamen Loretta y que cuando le dicen que “no puede parir” responde “no me oprimas” y criticando que esta escena, una de las “más celebradas” de este film no “lo volverá a ser” en la versión teatral.

También puso otros ejemplos como que se quiera cambiar el título al libro de Agatha Christie ’10 negritos’. En este sentido, afeó que “regresa” la “censura, la coacción y el miedo”. Sin embargo, aseguró que desde Vox “no vamos a ser cómplices”. A diferencia “de los aficionados a la censura y la cancelación”, él quiso hablar “de cultura y de libertad”.

MINISTERIO DE CULTURA

“Estamos sufriendo los estragos de un tiempo tenebroso" y las cancelaciones no solo afectan a la literatura y al cina, sino también la música, el humor y las artes plásticas, avisó, al tiempo que alertó de que el “wokismo”, esa “patología antisocial que trata a los adultos como menores de edad y a los niños como adultos degenerados, ya ha llegado a España”.

En un momento de su discurso, aprovechó para recordar la figura de Fernando Sánchez Dragó, fallecido recientemente, un “militante de sí mismo”, un “samurái” y un “amigo hasta el final” que siempre estuvo “a nuestro lado en las horas difíciles”, que “hace tiempo que son casi todas”, y explicó que deseaba ser recordado como un “acérrimo investigador de las cosas de España”.

Por ello, abogó por alejarse de esa forma de “acercarse a la cultura, mejor dicho, de separase de ella” y por un Ministerio de Cultura, porque esta merece ser considerada “alma política del Estado, entendida como parte sustancial de lo nuestro”. “España es en buena medida su cultura”, apuntó.

MEDIDAS

“Investigar y proteger las cosas de España podría ser un buen lema para el Ministerio”, destacó. Además, dijo que si hablamos de Cultura “hay que hablar de toros, a favor o en contra, pero hablar con libertad, sin prohibiciones”. A su juicio, la preservación del toro de lidia “ha de estar en la agenda de todo aquel que pretenda defender nuestra cultura”.

También habló del cine español y apostó por “promocionarlo y rescatarlo” de cualquiera que pretenda “apropiárselo como medio de propaganda política”, y prometió poner en marcha medidas para “aliviar la carga fiscal a la creación de contenidos culturales”, que han de estar en un “marco general de rebajas impositivas y de ayudas directas”.

CULTURA

Por su parte, De Meer destacó que “nadie sabe” definir la cultura, pero todo “el mundo sabe lo que es” y apuntó que hay “hacedores” de cultura que “mejoran” la cultura, pero, por el contrario, hay algunos que la “empeoran”, que hacen “algo suyo el patrimonio” y “excluyen a los demás”.

En su discurso, De Meer puso en valor la “valentía” del consejero de Cultura de Castilla y León, Gonzalo Santoja, y “su amor por lo que hace”, y ensalzó el “paso al frente” del extorero Vicente Barrera, quien dirigirá la Consejería de Cultura desde la Vicepresidencia de la Generalitat Valenciana.

En el acto también estuvieron presentes los candidatos de Vox al Senado por Madrid y Cádiz, Zoe Valdés y Enrique García-Máiquez, respectivamente. Este último subrayó que la cultura “no tiene partido”, sino que debe “abrirse a todas las manifestaciones, desde la tauromaquia hasta los autores olvidados por la memoria democrática”.