Estas medallas de Interior que se mudaron al Ministerio de Sanidad son las distinciones relativas a la festividad de Nuestra Señora de la Merced, patrona de la Institución Penitenciaria. Estos galardones se conceden anualmente y reconocen la labor de funcionarios de prisiones y de otras instituciones en el ámbito de las cárceles.

Fuentes de Instituciones Penitenciarias consultadas por Servimedia explicaron que la elección de la sede de Sanidad para la entrega de estas condecoraciones tiene que ver con razones presupuestarias.

Las fuentes consultadas explicaron que la falta de dinero hacía imposible que este año el acto de entrega de medallas se realizara en la sede del Círculo de Bellas Artes. Estas instalaciones eran alquiladas en otras ocasiones para celebrar la Fiesta de la Merced.

Sin embargo, los recortes presupuestarios llevaron a Instituciones Penitenciarias a buscar para 2010 una sede alternativa. Se descartó en ese momento la sede del Ministerio del Interior, del que dependen las cárceles, ya que los salones de este departamento no son suficientemente grandes.

SIN CANAPÉS

Por este motivo se empezó a buscar sedes alternativas y se dio con la opción del Ministerio de Sanidad y Política Social, que se encuentra en el Paseo del Prado, cerca de la sede de Instituciones Penitenciarias, que está en la calle de Alcalá.

Precisamente, Rubalcaba se refirió en su intervención al hecho de que la entrega de estos premios se llevase a cabo en el Ministerio de Sanidad. El ministro dijo que la elección de este lugar para entregar las distinciones se debía al hecho de que el departamento de Sanidad tenía un gran salón de actos.

El responsable de Interior afirmó que “es ésa y ninguna otra la razón” de este cambio en el lugar de entrega de los premios, en posible referencia al hecho de que la titular de Sanidad, Trinidad Jiménez, compite en estos momentos por ser la candidata del PSOE a la Presidencia de la Comunidad de Madrid.

Al finalizar su discurso, Rubalcaba señaló que el acto terminaba con estos turnos de palabra, indicando de esta forma que, en contra de lo ocurrido otros años, en esta ocasión no se iba a ofrecer una copa con canapés a los galardonados y a los funcionarios de prisiones con motivo de la Fiesta de la Merced.