“No se puede condenar a alguien por una letra o unas siglas”, recalcó el portavoz, en referencia a la “S” que el informe policial atribuye a Silvia Clemente o a la “T.O” que se relaciona con el apodo coloquial con el que se conoce al presidente de las Cortes, José Manuel Fernández Santiago.

El consejero portavoz explicó que en abril de 2009 apareció la primera información que relacionó al presidente de las Cortes con un presunto cobro de comisiones cuando era consejero de Fomento de la Junta y subrayó que hasta la fecha no se ha producido “ninguna intervención judicial”, ni está imputado en la investigación.

Respecto de la consejera de Agricultura, que aparece en la última información publicada en un medio nacional, manifestó que las siglas “CL-S” (Castilla y León-Segovia) se atribuyeron a Jesús Merino y ahora, las mismas letras, se relacionan con “Castilla y León-Silvia”. “También me puede tocar a mi, mi letra es S”, ironizó en referencia a la primera letra de su apellido.

Por último, concluyó que la tramitación administrativa de los tres expedientes, por los que presuntamente la trama pagó una comisión, son “impecables”, en referencia a la variante de Olleros de Alba (León), el centro de tratamiento de residuos de Gomecello (Salamanca) y la carretera de Villanueva de Mena (Burgos).